Apetecía la
degustación de un plato literario clásico, vintage, de una novela negra,
policíaca, de metraje o condimentación en blanco y negro; la que aunara la cocina,
la alta cocina, con el misterio, el crimen, la intriga ágil y voraz, el develamiento
de un asesinato con ese excepcional sentido del gusto y del olfato por parte de
un “peso pesado”, nunca mejor dicho, entre los míticos detectives tradicionales
y reconocidos, Nero Wolfe; si bien éste apartado de esa bohemia detectivesca americana
de la raída gabardina, el sombrero distintivo, el bulto de la pistola, de los espíritus
desarraigados, atormentados y violentos, o incluso de los otros y preclaros,
sesudos y envanecidos de los Holmes, Poirot o Vance. El resultado ha sido este “Demasiados
cocineros” (“Grandes maestros del crimen y misterio”, Editorial Orbis, 1984)
de Rex Stout, la lectura que no defrauda y que deja un grato sabor, de
rechupete.
Sinopsis:
“La élite de la
gastronomía mundial celebra su reunión quinquenal en el lujoso Balneario
Kanawha. El detective Nero Wolfe, refinadísimo gastrónomo, pronunciará la
conferencia de clausura. Le acompaña en el viaje su ayudante Archie Goodwin,
pero el diáfano panorama se tuerce pronto con el asesinato de uno de los quince
maestros. Odiado el muerto por la mayoría, cualquiera podría ser el autor del
crimen, pero cuando uno de ellos es acusado injustamente, Wolfe decide
intervenir.”
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