Otro pulso, por otros pulsos de adentro, otro desafío al tiempo y al recelo por el llanto del cielo. Está en la calle la Hermandad del Prendimiento - Ronda. Domingo de Ramos. Ella dibuja una cuenta en su rostro, Rosario. Una duda o un enigma. Un desgranar en sus más de veinte misterios, tan dispuestos a ser prendidos y resueltos, sentidos.
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