… la posibilidad del prodigio en
unas risas, en unos ojos refulgentes de ilusión y fantasía. Y es que, dijo
Khalil Gibran, “en el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante
y detrás de cada noche viene una aurora sonriente”. En este caso la aurora es de
nácar, gélida, pero ardiente de pasiones y solaces de niños que aman ser niños
y de mayores que quieren ser niños, aunque sea por unos momentos y para sanar
sus almas de la maldición de su tiempo vivido. INVIERNO 6. Alameda del Barrio San Francisco. Ronda.
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