Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



domingo, 31 de diciembre de 2017

Rosa Montero y algo de mi mundo.

Me era necesaria esta última nota llamémosle literaria en el último día del año. En primer lugar por reconocimiento a Rosa Montero, Premio Nacional de las Letras Españolas 2017, merecidísimo. Luego porque, quizás por atención a escritora tan notable y siempre por necesidad y deleite, acabo de finalizar la lectura de su "Instrucciones para salvar el mundo". Y para terminar, a colación, con la idea de que si ya no caben instrucciones para salvar un mundo o un año que hoy expira, tal vez, a través de una de sus frases memorables, reflexionar en lo que fue y en lo que yo fui en él acaso dentro de la palabra escrita y leída:

"Uno de esos seres buenos y estoicos que tienen una existencia miserable y que, sin embargo, se empeñan en seguir intuyendo, contra todo pronóstico, la belleza del mundo" ​


No hay comentarios:

Publicar un comentario