Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



sábado, 28 de julio de 2018

"Eclipse"

Acordándome durante el eclipse, en el Puerto del Viento, de unas letras de Oscar Wilde, a las que modelo a mi manera o como el sentimiento quiere: Con la libertad, la naturaleza, la familia,  los amigos, los libros y esta luna, ¿quién no sería perfectamente feliz?


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