En cualquier caso, siempre es motivo de felicitación y reconocimiento la recuperación de los caminos históricos de Ronda por parte de la Administración local o con el apoyo económico de otras; falta le hacían, y mucho, todavía hoy muestran nuestra incomprensible incuria y vergüenza. Aquí, en el recién remodelado camino de Ollerías, esa otra alternativa de enlace de los Arrabales, este que junto al de la Cijara han supuesto una inversión rondando los doscientos mil euros por parte del Ayuntamiento de Ronda en su rehechura o restablecimiento, y dentro de lo que podría tratarse de una segunda fase al ambicioso proyecto iniciado por el anterior equipo de gobierno con la recuperación de la ronda del Albacar y deteriorados lienzos de las murallas. El paseo de algo más del centenar de metros por este renovado camino con pavimento de piedra arenisca, al fragante y umbroso aliento de las higueras, se hace cómodo y grato, desde la zona de la olvidada Puerta de los Esparteros, a un lado bajo Las Imágenes, hacia el camino del arroyo de Las Culebras, a un tiro de los Baños Árabes.
Sin embargo, me
gustaría creer, asumir que esta remodelación no está aún terminada. En primer
lugar, porque me gustaría confiar en que existe la intención y una gestión comprometida
por adecuar el trayecto para personas con movilidad reducida. Y, en segundo
lugar, precisamente ahí, tras ese desquiciado portal que conduce a un espacio
abierto y privado donde, tras el frondoso árbol que sirve de siniestra
pantalla, se encuentra olvidada, vulnerada, la Puerta de Esparteros o de la
Mancebía. Una de las principales puertas de la Ronda musulmana, la de los benimerines,
siglo XIII o principios del XIV, de arco simple de medio punto, rebajado, de
fábrica de ladrillo en muros de mortero y tapial, que entonces comunicaba el
barrio de las curtidurías (San Miguel) con el del Espíritu Santo. Un espacio,
un monumento, que tendrían que ser reivindicados, remozados e incorporados a
nuestro acervo patrimonial y para disfrute de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario