¿Por qué se hace todo tan complicado?
La diversidad, o los distintos enfoques sobre un tema, van por aceras, por orillas, por trincheras, y lo que en una acaba, menos mal que no siempre, en un rasgarse las vestiduras (que con estas calores se agradece y mucho) con odio y confrontación (no, ya eso no), en la otra se aplaude con igual e irracional fe y tal vez devoción. Ante esto, acaso, el silencio sea lo más aconsejable, o una sonrisa condescendiente o mirar al otro lado, tampoco es cuestión de poner la otra mejilla o el puño en alto, en definitiva un no echar cuentas es lo más saludable y sensato.
Y el contexto viene a cuento, precisamente, ulteriores y pasadas polémicas por separado y por por un "quítame allá esas... (¡ejem!)... Pelillos a la mar" , con la conmemoración, hoy 15 de agosto, de la llamada Assumptio Beatae Mariae Virginis, o el dogma de fe para los católicos de la Asunción de María o Asunción de la Virgen; es decir, el milagroso y glorificado momento en que la "Virgen" María, madre de Jesucristo, fue llevada en vida, no muerta, en cuerpo y alma, o sea entera, al Cielo o arriba. En algo así, asímismo, a una abducción o supuesto o cierto secuestro por parte de entes extraterrestres o no humanos de un ser sí humano para llevarlo a su nave espacial, dimensional, o al cielo y arriba. Y en cualquier caso, ahí están las aristas, los colores, para las parábolas, alegorías o ridículas y estéticas metáforas.
Todo lo hacemos complicado, tensionado, agresivo y del mismo modo absurdo cuando, al hilo, "la tolerancia es la mejor religión" (Victor Hugo). Por tanto, "perdonémonos recíprocamente nuestras tonterías" (Voltaire), porque "no es tolerante quien no tolera la intolerancia" (Jaime Luciano Balmes), y, lo mejor y glorioso y laico, "después de un mal día una caña anima..." (Díaz Ayuso).
Fdo.: F.J. Calvente, (El hereje), con perdón.
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