Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.
viernes, 13 de agosto de 2021
"Ruinas"
No voy a permitir que nada ni nadie me arruine el día, que para esto ya me valgo solo,... o nos valemos nosotros. Mejor lo dejo para mañana. Un exceso de calor. Y dicen que hay medusas en la playa.
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