Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



jueves, 21 de octubre de 2021

LIBROS QUE VOY LEYENDO: "La insoportable levedad del ser" de Milan Kundera.

 


“¿Cómo vivir en un mundo con el que uno no está de acuerdo? ¿Cómo vivir con la gente si uno no considera suyas ni sus penas ni sus alegrías? Si sabe que no es parte de ellos.”

 

 

 

Después de 30 años, esta nueva relectura de la obra de Milan Kundera, “La insoportable levedad del ser” (RBA Editores, 1992), la magistral e inusual historia de amor en la Praga de 1968, y asimismo de celos, sexo, traiciones, dudas, historia, muerte, de las fortalezas y debilidades, de las firmezas y singularidades en la cotidianidad de dos parejas en la que sus destinos entretejen un discurrir común, me ha aportado aún mayor admiración, aceptación, agrado y momentos de atenta reflexión. La inutilidad de la existencia y la necesidad del eterno retorno de Nietzsche relatada con esa digresión valiente y sólida, en un argumento donde, al igual que la especulación filosófica, todo vuelve aunque de manera diferente. Excepcional.

 

 

 

“Aquel que quiere permanentemente llegar más alto tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo”

 

“Los amores son como los imperios: cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también”

 

 

Sinopsis:

 

“Esta es una extraordinaria historia de amor, o sea de celos, de sexo, de traiciones, de muerte y también de las debilidades y paradojas de la vida cotidiana de dos parejas cuyos destinos se entrelazan irremediablemente. Guiado por la asombrosa capacidad de Milan Kundera de contar con cristalina claridad, el lector penetra fascinado en la trama compleja de actos y pensamientos que el autor va tejiendo con diabólica sabiduría en torno a sus personajes. Y el lector no puede sino terminar siendo el mismo personaje, cuando no todos a la vez. Y es que esta novela va dirigida al corazón, pero también a la cabeza del lector. En efecto, los celos de Teresa por Tomás, el terco amor de éste por ella opuesto a su irrefrenable deseo de otras mujeres, el idealismo lírico y cursi de Franz, amante de Sabina, y la necesidad de ésta, amante también de Tomás, de perseguir incansable, una libertad que tan sólo la conduce a la insoportable levedad del ser, se convierten de simple anécdota en reflexión sobre problemas filosóficos que, afectan a cada uno directamente, cada día.”

 

 

“El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores.”

 

“La vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.”

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