Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



martes, 6 de diciembre de 2022

"Día de la Constitución Española"

 


Y digo yo:



¿Quién juzga a un juez?



Termina este día festivo de la Constitución, deslucido o aguado no por la lluvia, no ha llovido, tal vez por el fracaso de la Selección Española de fútbol en el Mundial de los petrodólares cataríes. España derrotada por Marruecos precisamente hoy, en la fiesta de homenaje a la Constitución de los españoles, la Carta Magna donde se recogen sus derechos y deberes, las libertades, la organización del Estado y todas las garantías constitucionales; quizás por el estrago de alguna irresoluble venganza o justicia divina, cristiana o mahometana al caso no importa, por las almas de todos los muertos en las aguas del Mediterráneo o al pie de la valla que limita, la frontera que diferencia a un mundo de otro, a lo posible de lo resignado, vete a saber qué o por cómo.



Hoy, en el Día de la Constitución de todos los españoles, promovido por la pregunta del inicio, indignado por tanto, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cumple cuatro años bloqueado por un prurito no judicial sino por arbitrio de un partido político (PP); incumpliendo de tal manera su mandato de renovar el Constitucional, incumpliendo la ley, de un órgano encargado, en teoría o ahora presuntamente, de gobernar a los jueces, básico para el correcto funcionamiento del Poder Judicial y del Estado de Derecho, y ante la asombrosa inmunidad  e irresponsabilidad de aquellos, de sus jueces y miembros.



Hoy me hubiera gustado honorificar, festejar, sin fisuras ni excepciones, el Artículo 1 de nuestra Constitución: "España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político." También, el paso a cuartos de final de la Selección Española de fútbol. Sin embargo... Un fracaso, deportivo y democrático.



F.J. Calvente.

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