No hay en esta Semana Santa, en este Jueves Santo, espejo más bello, junto con el Señor de Ronda, que la guía y penitencia de la Hermandad de Paz y Caridad y de la VeraCruz. Donde la oscuridad se hace luz y el crepúsculo ilumina la noche más mágica. Donde no hay Penas sin Dolor, pero también sin Amor. Donde el Perdón, junto a la Esperanza, es la conexión entre el cielo y la tierra, entre nuestro yo antiguo con el que anhelamos trascender. La piedra angular para avanzar por este camino de primavera de oscuridad y luz; portando de aquella manera la cruz, nuestra cruz, y la de las imperfecciones del mundo: deseo, ignorancia, descuido y miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario