Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



martes, 26 de agosto de 2025

"AHORA"

 


Quedan atrás esos pequeños momentos, sin manecillas ni mañanas ni hilos, de las vacaciones, del verdadero rostro y afán del verano; en los que, sin saberlo, ensayábamos la inmortalidad de los sentidos, de la grata espera, del dejarse hacer y de una conciliación, maravillosamente también sin pensarlo, con el Universo.

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