"La incertidumbre es el mayor temor de
los gobernantes y sus agencias luchan desde la sombra contra todo cambio"
Esta va a ser, debe ser una reseña breve y desilusionada; porque, a
mi juicio, el valor de la presente novela no exige un reconocimiento o
comentario mayor, solo el acorde a su calidad, escasa, o la que no obliga a
otra alusión o extensión benevolente o generosa, ni por lo que respecta a su
aspecto argumental y en absoluto al literario. No obstante, también tengo que
decir, y respetar, cómo este género, llamémosle "indie" o
"sub" lo que sea, tiene su público y aceptación. De hecho, reconozco
que he vuelto a picar en el anzuelo, a no desconfiar de los presuntuosos
best-sellers o de aquellos otros panfletos que gracias al machaqueo televisivo
se venden como rosquillas, en la
exagerada publicidad y en su nimia expresión literaria (tal Jorge Javier
Vázquez y otros de la jauría rosa y mediática); con caer en la garantía
confiada, asegurada al caso, de encontrarme ante una extraordinaria novela,
inédita, de acuerdo, pero muy comentada, con satisfacción, en las redes; y
ajena a los intríngulis editoriales y de los que, sea como sea, casi de manera
inconsciente, tendemos a confrontarlos
con el total apoyo a estas publicaciones independientes. Caí, además influido
por un tema para mí fascinante, el del célebre científico Nikola Tesla y ese
aire enigmático con el que siempre se le ha investido; y por cuanto la crítica
o invitación admitían, asumían "per se", fehacientemente, la segura
elección de una magnífica narración que hilvanaba a la perfección novela negra,
thriller, ciencia-ficción y junto a cierto valor didáctico. Caí, piqué en el
reclamo de las redes sociales, y ya en la lectura de los primeros capítulos del
volumen me decepcionó, bastante.
"No es crimen matar lo que no
existe"
Y es que "La Torre Tesla" (Autopublicación, 2017), de
Rubén y Juan Vicente Azorín, no ofrece
esa visión alternativa de la realidad como preconiza o de la que se ufana; no
es un relato de ciencia-ficción porque, salvo una ligera descripción de unos
automóviles futuristas, no vislumbra nada
o no identifica al menos alguna de las características de un mundo
futuro, ni por accidente; las referencias didácticas, históricas o documentales
sobre Tesla son residuales, inconexas, de corta y pega, inadecuadas por
anecdóticas; y para estructurar su formato de thriller policíaco, recurre a
unos cuantos clichés propios del género, mas burdos e igual de forzados.
Toscos, ordinarios tópicos trasladados a unos personajes planos, indefinidos, e
incluso con su personaje principal, el detective Halcón, con el que en ningún
momento empatiza el lector. Por otro lado, la trama no es que sea ágil, o
trepidante, sino al ser concisa resulta rápida; desplegada a bruscos empujones,
propia de esos seriales de calidad muy pasable, muy discreta; trama
deslavazada, de giros bruscos e imprevistos, más que sorprendentes,
sorpresivos; de ritmos, por tanto, obligados, cortados, desubicados, que
resuelven con dificultad la lectura al perder al lector dentro de su fárrago
confuso y entrompicado. Un estilismo narrativo simple, nada riguroso, casi
ingenuo, en descripciones hueras y de huecos diálogos.
"Tesla ganó la guerra de las
corrientes, pero la historia le otorgó todos los méritos a Edison y casi hizo
desaparecer a Nikola. Una vez más el poder pudo contra la genialidad"
Sinopsis propia:
"De nuevo el autor nos ofrece su visión alternativa de la
realidad, de la sociedad y de la ciencia, esta vez con formato de thriller
policíaco.
Halcón, el nuevo personaje que conduce la trama, es un clásico
detective que nos narrará su investigación en una aventura llena de ritmo y
misterio. Una lectura cercana y atractiva que encierra un gran esfuerzo de
imaginación, documentación y capacidad estilista.
Si a la oscuridad invocas,
y te aterra, tenebrosa,
suerte es que te equivocas
porque no es tan espantosa:
Una vela solo enciendas,
de todo el mundo la ahuyentas.
¿Cómo encajan unos poemas serbios con la supuesta construcción de un
arma eléctrica clandestina?..."
No, no encajan, o no encajan como debería de hacerse con un mínimo
de estructura narrativa adecuada y literaria. No me ha gustado esta novela. No
la recomiendo. Aunque esto no quita que el relato, y este género, tenga sus
entusiastas y a que esta reseña solo sea una opinión, mi opinión.
"... las primeras luces se convierten
ante nuestros ojos en cientos de puntos de luz iluminando la noche como
farolillos chinos. Creo que es hora de pedir un deseo"
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