Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



domingo, 4 de octubre de 2020

"SAN FRANCISCO DE ASIS"

 


-- "Es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra." Felicidades.


-- Tanto así, Patrón... Por tanto, y primero, mi agradecimiento por recordarme y felicitarme precisamente en tu Día; y segundo, extender mi felicitación a ellos y a ellas, y a todos en mi tierra, mi Barrio y en especial el tuyo.


-- Te honra.


-- Aquí nos enseñas a ser humilde... Si no se logra a la primera, siempre tiendes otra oportunidad, y otra, y otra... Las caídas también cuentan... Este año no te he podido acompañar, del brazo de mi madre, entre familiares y vecinos, amigos, tras tu racheo al cielo de costaleros, en ese recorrido recogido por las calles y las entretelas de la noche ceporrera. Pero consuela el recuerdo, hoy,  al ver tu sombra avanzando por la cal, a la luz de una forola al torcer la esquina de Buen Jesús con Kábilas, como una confidencia, una sugerencia susurrada con la que abrirse paso ante la dificultad...


-- "Toda la oscuridad en el mundo no puede apagar la luz de una sola vela."


-- Hoy enciendo mi vela, la de la humildad y esperanza. Gracias, Patrón, tocayo, San Francisco de Asís.


F.J. Calvente.

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