Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



lunes, 19 de septiembre de 2022

"Vértigo y vacío"

 


"... bien mirado no somos, nunca somos / a solas sino vértigo y vacío."

 

Quizás haya sido una despedida del verano, en un refugio del alma, de paz y silencio, por cuanto a reencuentros se entendiera y trascendiera de lo cotidiano, precipitada y sin ritual previo para acomodar la nostalgia en una estación, precisamente la que ahora comienza, donde encontrar un asidero anímico o metafísico para esos vértigos y vacíos tan consustanciales y desafiantes,  como arriba me he sostenido en los versos de Octavio Paz para continuar escribiendo o  confesando o en una manera de vivir percibiéndolo. Aunque el abrupto y cautivo escenario se prestaba a ello, a un término con fresco del que ya atiranta la piel, de un levante aquí más moderado, no es el norte con su vehemencia de ecos, de unas nubes grises preñadas de agua, otras más livianas coronaban el cerro cósmico de Almola, en el comienzo para mí de un anhelado otoño o el retazo que nos toque por el cambio climático, cierto escepticismo moderaba la expectación ante este adiós del lugar y la aspiración por la temporada de las melancolías y los aguardos. Esto no justificaba ni disculpaba a porqué, inesperadamente, pensé en una reflexión de la escritora Sara Mesa, en una entrevista en El País acerca de su nuevo libro, "La familia",  leída la semana pasada o mañana y que rondaba por mi memoria hasta el momento, este, de soltarla con su peso: "No invento nada. Para mí, la imaginación consiste en interpretar. La ficción representa la vida tal y como yo la entiendo."  Entonces, al cerrar los ojos para retener el paisaje, el medio, el instante eterno, a cuanto divisaba desde "Las Aguzaderas" y más allá, para también sentir la purificación del aire bien adentro, en una despedida crepuscular o una bienvenida latente, tal vez sentí cómo en estos vértigos y vacíos yo no era nada, solo imaginación en un espacio donde todo estaba imaginado y donde solo tenía que imaginar para encontrar y encontrarme, ser, o para que el mundo, mi realidad, siguiera existiendo. Y con esta imaginación, activa, vital, como si me emplazara para ahora mismo, inventar o mejor interpretar al otoño que llega, y con ello cerrar aquí la despedida de un verano al que pronto olvidaré.


"Vértigo y vacío"

F.J. Calvente.


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