"Vivimos como soñamos, solos."
Estoy solo, y no me veo tras la ventana. Por esto tengo que marcharme; porque los demás, al alejarse, al cerrar la madera y la piedra y lo acordado, poco a poco, también se llevaron partes de mí mismo, hasta no quedar nada, ni siquiera la esperanza, la fe de esperar la vuelta de aquel que ya se ha ido. Una hiriente nostalgia se impone al miedo de la partida, a la búsqueda de compañía conmigo mismo, de volver a recuperar el significado, el sentido de lo que veo, de lo visto. Tengo que salir, ausentarme, para restaurar mi exigencia vital de estar solo; también en soledad con lo de afuera, amiga y sincera, con cuanto acontece y permanece tras la ventana y aunque el cristal lo comienza a velar tras una exhalación de la helada o por mi desvalido aliento.
"Sólo salgo para renovar la necesidad de estar solo."
Al largarme, para encontrarme en aquello, para recuperar lo perdido o lo sustraído, más que pensar así lo siento, la reunión tendrá esa suave y serena alteración de identidad y contento, de fiebre, fiesta y hambre. No lo sé, pero consuela; y necesario es para mí o para 'yo es otro'.
"Porque Yo es otro. Si el cobre se despierta convertido en corneta, la culpa no es en modo alguno suya. Algo me resulta evidente: estoy asistiendo al parto de mi propio pensamiento: lo miro, lo escucho, aventuro un roce con el arco: la sinfonía se remueve en las profundidades, o aparece de un salto en escena."
📝 Joseph Conrad, Lord Byron y Arthur Rimbaud, esas frases y versos de otros, entrecomillados, en orden de aparición en este testimonio o texto.
📸 "Alguien, cualquiera, observando, antes de marcharse, la Puerta Almocábar de las murallas de Ronda."
"SOLO"
F.J. Calvente.
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