Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



miércoles, 14 de febrero de 2024

"SAN VALENTÍN CENIZO"

 “Polvo eres y en polvo te convertirás” (Gen 3:19) O conforme a ese otro evangelio de andar por casa: un "polvo", si puedes, para conmemorar el amor; y si no, frota que frota quizás, ¡ah! ¡ah!, y que viva la amistad. 



Un cenizo San Valentín o el San Valentín más cenizo en el día del amor, no el de su martirio y por supuesto fidedigno, patentado por el Corte Inglés, Amazon, perfumería del Mercadona (asegúrense de que sea producto nacional) y los "Chinos" del polígono... Asimismo San Valentín en Miércoles de Ceniza, para el nacional-catolicismo, comienzo de la Cuaresma y, curiosamente por ser hoy esta insólita conjunción de efemérides, con la recomendación apostólica romana, hace poco era prohibición, de la mortificación, abstinencia, o de no tentar la carne. 



En fin, vamos a ser más buenos, más inteligentes, más sensibles o sensuales; y ojalá que las cruces de ceniza sean, retomando el comienzo del texto o relato, para marcar el número de "polvos" celebrando a estos y al amor; o más resignados, de aquel evangelio de andar por casa, en una solitaria quema de (con) palmas y abstraídos, (para géneros y gustos...), en gloriosas "domingas" y domingos de ramos.



 ¡Feliz San Valentín, amigos, en todo caso!





"SAN VALENTÍN CENIZO"

F.J. Calvente.

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