"DERECHOS O DERECHA. DEMOCRACIA O FASCISMO"

Y digo yo:

Derechos o derecha.

Este lunes, decida lo que decida el Presidente del Gobierno de España, tras 5 días de reflexión sobre su dimisión o no del cargo (no son los 46 días que dilapidó Feijóo en su investidura cuando desde el principio sabía que, salvo Vox, ni los leones del Congreso querían saber nada de él y menos apoyarlo) se abren dos opciones en nuestra Democracia o en el devenir de la política española:

1.- En aras de terminar definitivamente con la terrible polarización y crispación de la sociedad española, atajando situaciones futuras y siquiera más peligrosas y al borde de un odio guerracivilista, lo mejor sería dejar a PP y a su marca negra Vox presentarse solos a las elecciones; para que entonces ganen siempre, así loen y justifiquen y celebren sus medios mercenarios y tramposos financiados con el dinero de todos, sentencien sus jueces, propios, y la mayoría de los que no somos “gente de bien” nos postremos a su destrozo de los derechos sociales, a la privatización del sistema de bienestar, y a que haya monte para nosotros, para los señalados con el dedo... (como el vecino tonto de la esquina reza a diario con pegarme dos tiros cuando entren los “suyox”) Demos todo el poder a la derecha, sí. Pleguemos nuestra reivindicación por una democracia sana, esta que entendíamos fundamentada en la soberanía popular, cuando los ciudadanos eran los que elegían y destituían en las urnas a sus representantes políticos, por una pseudo democracia o democracia inmoral instalada en el interés de unos pocos, legítimos e inequívocos al poder “por la gracia de dios”, con sus muchos recursos o armas de destrucción masiva en comunicación o desinformación, del ruido y la furia, de una justicia que no los juzga o exculpa de sus delitos, y de unos políticos de bolsillos llenos y corruptos.

2.- Esté o no esté Pedro Sánchez en la Presidencia del Gobierno de España (yo espero que se quede) ante esta situación brutal de acoso y derribo, sin líneas rojas, sin límites, indecente y grosera, quizás ahora más intensa e infame, pero reiterada cada vez que no gobierna la derecha,… hasta aquí llegó, ni un día más de inmunidad y afrenta, ¡se acabó! Este tiene que ser un momento de no retorno, decisivo, de no ser condescendientes con las tropelías, a decir basta ya, con firmeza y voluntad para disolver la negrura instalada en nuestras vidas, y a poner encima de la mesa los mecanismos necesarios para prohibir y erradicar para siempre estas prácticas miserables y matonistas, garantizando el desarrollo de una democracia justa y limpia. Hacer algo y hacerlo ya.

Democracia o fascismo.

F.J. Calvente.