Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



sábado, 2 de noviembre de 2024

#diadelosdifuntos

 Yo no quiero la supuesta eternidad en un trozo de tierra, ni para mí ni para los que están en su trozo de tierra. Tierra que aunque nos pertenezca, la que llevará y lleva un nombre, unas fechas, una imagen, profana y en su mayoría religiosa, unas flores naturales o artificiales, unos mármoles que con independencia del color jaspean los crepúsculos, unas cuentas, unas letras... son trozos de tierra que jamás nos pertenecerán y de lo que ya se ocupará la caducidad y el olvido. Solo quiero y quiero de ellos la luz. Cerrar los ojos y verlos, y a que otros me vean cuando llegue mi hora y acaso suprema; en la luz de como me vieron y de como los vi y sentí y los hice y me hicieron Vivir. Solo quiero el nítido recuerdo. La luz del recuerdo. La vida de esa luz y memoria. Porque solo así no estaré y ellos no estarán muertos, eternamente vivos en la definitiva ausencia.




F.J. Calvente.


#diadelosdifuntos 



(Foto: Iglesia rupestre de la Oscuridad. Ronda)

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