Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



viernes, 20 de junio de 2025

"GRADUACIÓN DE ÁNGELA"

 No es solo una "Graduación" más, un final de ciclo educativo, un final, "¡ESO!" ... No, es el inicio de un nuevo camino. Un impulso, aliento, voluntad, confianza, curiosidad, firmeza, de ir todavía un poco más allá, de superar la siguiente etapa, de superarte en tus limitaciones e inseguridades, de marcar bien claro quién es Ángela y qué quiere de la Vida, qué compromiso construye para hacerla significativa. TÚ.


 Hoy te he visto ahí, en el escenario, solo en un final del día, radiante pero abrasador, junto a tus compañeros y profesores, recibiendo además de la orla de Graduación, una maravillosa mención a tu esfuerzo, superación, constancia; y me he emocionado, y he sentido orgullo por ti, mucho, porque mis propias perspectivas, con satisfacción, se han visto cumplidas: por el ser que eres, por tu calidad humana y por tu valor para seguir adelante. TÚ.


Ahora relájate, disfruta del momento, solo mira con distracción a mañana. Confía, no dudes, no te juzgues, y como una vez oímos en uno de tus dibujos animados infantiles: "Prométeme que lo recordarás: eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que piensas". TÚ.


¡Felicidades!







jueves, 19 de junio de 2025

"Compañía"

 En ocasiones es la mejor compañía; pero ya no con más de dos, porque entonces seríamos multitud. 



lunes, 16 de junio de 2025

"EN UN INFINITO"

 


"Entre dos puntos la línea divide un infinito", leí a José Ángel Leyva. No sé dónde, ni en qué tiempo, solo que lo recordé cuando sentí, o al sentir el momento,  el contexto, recordé el verso, esas letras... ¡Qué más da! No importa nada cuando importaba todo.



Luego, o unos instantes antes, llegué, paré, respiré y me disolví. Dejé de ser yo o solo entonces lo fui: Un lugar y un infinito. Vívidos. En otro ocaso que se derramaba desde calle Gallarda. Barrio San Francisco. Una frontera siempre abierta y asombrosa, entre la rutina del subsistir y la aspiración mágica de Vivir. A un paso. En un infinito.