Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



domingo, 7 de mayo de 2017

Madre

En el Día de la Madre... mujer, virgen, diosa, compañera, mamá; parturienta, creadora, protectora; felicitamos con sentimiento a nuestro más leal sentido inmediato: madre. Luego acompañamos a un sincretismo mágico, telúrico, la cueva, a lo religioso y profano, simbólico, lo ancestral en lo cotidiano, la peregrinación, la conmoción, la rosa entre las espinas, el instinto matriarcal. Una luz en el camino. 

Leo a Cervantes hablar de la Romería de la Virgen de la Cabeza, de todas, en "Persiles y Segismundo":

..."Es una fiesta que en todo lo descubierto de la tierra se celebra tal, según he oído decir que ni las pasadas fiestas, de la gentilidad no le han hecho ni pueden hacer ventajas. El lugar, la peña, la imagen, los milagros, la infinita gente que acude de cerca y de lejos, el solemne día que he dicho le hacen famosa en el mundo y célebre en España sobre cuantos lugares las más extendidas".

Día de la Madre, y de Nuestra Señora de la Cabeza en Ronda.

© F.J.Calvente


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