Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.
domingo, 10 de septiembre de 2017
IMÁGENES CON LETRA: "Piedras y letras"
Entiendo que este es un camino en el que las palabras son como las piedras, que no se pueden revocar.
(Foto en esta tarde de domingo ventoso. Riscos de Cartajima.)
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