Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



martes, 31 de octubre de 2017

TRÉMULAS LLAMAS



En su "Ensayo sobre la lucidez", sí lucidez, escribió el gran José Saramago que "... en toda verdad humana hay siempre algo de angustioso, de afligido, nosotros somos, y no me estoy refiriendo simplemente a la fragilidad de la vida, una pequeña y trémula llama que en todo momento amenaza con apagarse, y tenemos miedo, sobre todo tenemos miedo..." En estos instantes de la víspera de Halloween, de la víspera de Todos los Santos, como se prefiera, quizás sea más necesaria la diversión, ser otro o ser aquello que tememos; reírse de los miedos, primero de los propios y luego de los ajenos, con risas que como trémulas llamas iluminan la oscuridad de las resignaciones, deshacen el poder de los miedos, con  fascinación, precisamente, por el miedo a lo desconocido. ¡Feliz Samhain!

F.J. Calvente

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