Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



viernes, 10 de agosto de 2018

"Pregón de Feria"



Por momentos eléctrico, improvisado, sorprendente, así fue el pregón de las fiestas de Pedro Romero de Ronda amenizado por la cantaora Estrella Morente. De entre los momentos hubo uno, o el origen, o la esperada convulsión que trocó un acostumbrado pregón de feria, típico y tópico, deslavazado y apurado, en un acontecimiento abierto donde la inspiración, la magia, la admiración cogieron el testigo de la noche de Ronda, del aire y en el abismo, para estremecernos con su esencia y entusiasmo: En correcta entonación y tronío de los que creo unos versos de Goytisolo, en uno de los desenvueltos ademanes de la pregonera, una botella de agua que había dejado a sus pies, en el último vuelo de un vestido que acaparaba la metáfora del acto, cayó y huyó con suavidad mientras dejaba un reguero húmedo de agua por la piedra del escenario. Entonces arrancó el arte, con esa súbita explosión en quienes lo derrochan a raudales, cuando la artista secundó ese rodar desplegando con donosura el avance de su mano de fuera y al tiempo que se disponía para cargar una suerte muy torera, con temple y desplante, confrontando la botella en un morlaco de trapío, con un natural armonioso y expectante de una media verónica que no llegó. Pero llegaron más invitaciones a la espontaneidad, al duende, ya con los embrujos del cante donde es maestra y no en los lances de la narrativa al caso, esclareciendo su propia incertidumbre: “No sé si he venido a Ronda para cantar o para soñar”, estimulando en el respetable el incendio interior, el fuego y el suspiro, la fusión de flamenco y tauromaquia, la chispa eléctrica y vibrante, el ¡Olé! y nuestro animoso aplauso.

#feriapedroromero #estrellamorente #Ronda 

F.J. Calvente.

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