Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



lunes, 17 de junio de 2019

"Manda la excusa"

"¿Te han dicho que era bueno vencer?
Digo, también, que es bueno caer... las batallas se pierden
con el mismo espíritu con que se ganan."


Apropiada la frase de Walt Whitman para subrayar la excusa de los perdedores frente a los que ganan, obvio, de los que ganan con las mismas armas, con las mismas artimañas, con la misma voluntad y provecho que aquellos. Curioso. Curiosa la excusa, con su mordaza de cobardía, con su venda de disimulo, de sucia pantalla, de arrojo culpable por todo, verdad o mentira no tienen importancia, contra los demás, más a los cercanos, por los fondos de sus propios errores.

Excusa, jamás sinceridad, introspectiva, blindado egoísmo, mayúsculo, ante la humildad, ante la perspicacia; la sensatez de observarse, por preferir el descenso, de precipitarse en los pretextos, lo más fácil, aun por cuanta veracidad de facto (haberla hayla, mucha) alejados y lejanos de cualquier habilidad, de cualquier digno sentido. Reconocer, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, idéntico, y no armar la coartada.

"MANDA LA EXCUSA"
© F.J. Calvente.

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