Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



miércoles, 8 de enero de 2020

«ADELANTE»

Ahora, a pasar página, dejar atrás a esa política balandrona, a esos políticos y ecos cortos fundamentados en el odio, de cuanto no sea ellos, de ellos, y de solo querer y preocuparse, envanecidos, por una España abstracta; ahora es el momento de querer y preocuparse de los españoles. Adelante.


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