Y la joven, como una nueva
madrastra de Blancanieves, le dijo a su otra reflejada en el cristal, en una
ilusión de luz cuando era terrible la maldición oscura de su esclavitud, de su padecimiento:
-
Dime espejo una cosa, ¿quién es ahora en
este reino la más hermosa?
-
Esta que ves en mí no eres tú.
-
Soy yo, la auténtica y más agraciada.
-
No, esta que ves en mí no eres tú, pues
siempre has sido preciosa, propia, tal y como eres, como una vez fuiste y
tienes que volver a serlo. No necesitas de este mal reverbero, de esta falsa
protección y consuelo. No necesitas hacerte tanto daño para acabar con tu
belleza, con tu ejemplo.
-
Me veo, me siento yo, protegida y bella.
-
No, no eres tú, no eres tú esta que ves en
mí… y quien acabará definitivamente por apagarte, por romper en mil pedazos
todos los espejos y modelos.
-
¡Responde ya, espejo…!
-
No, responde tú: ¿Desde cuándo este
reflejo tuyo, esta sombra, esta búsqueda de una perfección inexistente, se ha
convertido en algo que te ocasiona tanto sufrimiento?
“BROKEN
MIRROR”
©
F.J. Calvente
No hay comentarios:
Publicar un comentario