“…
vos no habéis nacido para ser feliz, sino para ser reina”
Tras
alguna decepción con obras
anteriores de Jorge Molist, no voy a enunciarlas, pretendo no condicionar nada,
dudé si leer esta “Canción de sangre y oro” (Planeta, 2018), ni por el reclamo
editorial que la que describía como “Una apasionante lucha por el poder y la
libertad que cambió la historia de Europa”; ni por haber sido Premio de novela
Fernando Lara 2018, una garantía para despejar esta u otra vacilación. Luego,
una vez vencida la duda, admirado, interesado, leí y disfruté mucho de esta
novela histórica, épica y también caballeresca. El autor, considero, había
despejado con solvencia el hándicap que supone la redacción de una novela
histórica: que no aburra, que no sea tan farragosa en datos, en descripciones,
o de llevarla como instrumento didáctico hacia unas cotas de hastío
imperdonables. No, con un estilo sencillo y no por ello descuidado, Jorge
Molist ha edificado una narración amena, hacedera, y con la que atrapa la
curiosidad del lector desde el comienzo hasta su final.
“Con solo trece años, Constanza debe
abandonar a su familia, su país y todo cuanto ama para casarse con un
desconocido mucho mayor que ella. Su padre, el rey de Sicilia, se encuentra en
grave peligro y precisa de esa alianza. Aunque de nada sirve porque al poco,
Carlos de Anjou, hermano del rey de Francia, invade el reino y le asesina.
Al
coronarse rey de Aragón, Pedro III, el esposo de Constanza, le promete que
vengará a su padre y recuperará el reino del que ella es heredera.
Con
ello, Pedro, considerado un rey débil, se enfrenta a los tres mayores poderes
del siglo XIII: Francia, el papa y Carlos de Anjou, convertido en emperador
mediterráneo.
Un
relato épico, de amor y libertad, que narra cómo la Corona de Aragón y los
sicilianos, de la mano de Pedro III el Grande, cambiaron la historia de Europa
y asombraron al mundo.”
“Ondeaban
orgullosos las enseñas sangre y oro de la Corona de Aragón”
En
una alternancia narrativa a dos voces, a la primera persona utilizada con
Constanza y la que relata las vicisitudes de su vida y del acontecer histórico,
tan convulso, que le tocó vivir de manera cercana, otra voz de un relator
omnisciente que cubre los huecos a los que la protagonista anterior no llega,
los que estuvieron condicionados
y resueltos por otros, estructurando con ambas
una historia sólida, minuciosa y grata. Porque aquí los personajes son
fundamentales, por su credibilidad, por su definición; meritorio asimismo el
encaje que Molist establece entre personajes históricos y ficticios, en un
universo mallado de pasiones, miedos, poder, maldad, ética, lealtad, valentía…
en el tiempo intenso del medievo mediterráneo, de batallas, conspiraciones
palaciegas y estados.
“Al
final gana quien sobrevive. Nadie es eterno, pero para llegar a mañana es
preciso resistir hoy”
“Canción
de sangre y oro”, una novela cuidadosa, ágil, de servicio placentero ya no solo
de los amantes del género histórico, sino a todos los de una buena lectura. Recomendable.
“Remendando
la famosa frase de “La historia la escriben los vencedores” digo que la
historia es una novela escrita por quienes la sobreviven”
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