“El ajedrez era así. La geometría de una posición podía ser leída y vuelta a leer sin que las posibilidades se agotaran. Observabas profundamente una capa, pero había otra capa debajo, y otra más. El sexo, con su fama de complejidad, era refrescantemente sencillo.”
Como suele ser habitual
en mí, he leído la novela antes de ver la película o en este caso la serie; si
bien, ha sido la fama y aceptación de la serie de Netflix la que ha
condicionado que leyera “Gambito de dama”, (Alfaguara, 2021), de Walter
Tevis. Esta amena intriga en torno a una cenicienta moderna del ajedrez, me
ha deparado un entretenido y satisfactorio tiempo de lectura. Antes de nada,
comentar que no es necesario tener profundos o sobrados conocimientos de
ajedrez como para aventurarse en esta aventura literaria, no, y de ahí uno de los
valores de esta novela, pues el autor ha sabido ensamblar con maestría el juego
con el argumento o trama. Después, una narración que recorre de una manera
superficial y con todo suficiente, otros temas como la adicción a las drogas,
el feminismo, de forma directa, sencilla, que no resta un ápice en el interés argumental,
en una intriga o ritmo sostenido por una narración de frases cortas, de breves
párrafos, sin alardes retóricos, ni efectos innecesarios, que recuerda mucho al
estilo de Ernest Hemingway, y a través de un personaje, Beth Harmon, soberbio y
perfectamente definido.
Sinopsis:
“Desde su primera
publicación en 1983, esta novela se convirtió en un libro de culto para
ajedrecistas en particular y amantes de la gran novela americana en general. Un
secreto que de repente explotó a finales de 2020 con el estreno de la serie
basada en esta historia, conquistando en tiempo récord al mundo entero. Beth
Harmon, la protagonista, es ya un icono en la mente de los millones de fans de
Gambito de dama: huérfana, solitaria, politoxicómana, competitiva, frágil,
genial. Una Mozart del ajedrez cuya inteligencia le brinda tantos éxitos como
problemas.
Esta novela, adictiva,
trepidante, y con una tensión que no decae en cada partida, en cada viaje, en
cada momento de abandono de la protagonista, que siempre oscila entre el éxito
y el abismo, se quedará en el corazón de los lectores. Y les servirá además
como introducción al mundo del ajedrez, que, como Beth Harmon, parece tranquilo
y accesible, pero contiene debajo todo un volcán de pasiones y peligros.”
La mini serie de
Netflix también me ha parecido muy buena, muy ajustada al libro. Un libro, por
tanto, agradable y resuelto.
“El ajedrez no tenía ideología.”
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