“Caminé en esa dirección, al principio
con reserva y luego decidida. Quería vérmelas de nuevo con el abismo, sentir la
cosa rica en la barriga y el miedo, las ganas de saltar y de alejarse.”
Con seguridad todos,
en mayor o menor medida, con mayor o menor reflexión, con mayor o menor
melancolía, hemos recordado, a propósito o inconscientemente, secuencias de
nuestro pasado; quizás para entender el presente, una guía para mañana, o para
arrepentirnos de no ser aquel que una vez fuimos o el que pretendíamos alcanzar
y consolidar. Sea de una manera u otra, tal vez rememoramos nuestra vida
pasada, la infancia y adolescencia donde se daban cabida todas las preguntas, todas
las expectativas, oníricas y palpables, como una selva, más o menos tupida o
enmarañada, como una máscara o caratula que incorpora con su metáfora el abismo
o los abismos, domésticos o interiores, tanto da. Y la agradable lectura de
esta novela de Pilar Quintana, “Los abismos” (Alfaguara, 2021), asimismo
ganadora del XXIV Premio Alfaguara de Novela, me ha hecho plantearme el anterior
nudo vital y retrotraerme para intentar si no explicarlo, desenredarlo en parte.
La selva, el domicilio
lleno de plantas de la niña Claudia, narradora en primera persona, junto a otros
contextos argumentales, (carreteras que serpentean entre precipicios, mansiones
donde en cada rincón anida el misterio, un supermercado estimulante, personajes
de amplias luces y sombras) … recrean y realzan un matiz, o una parte
importante, del universo invisibilizado de la mujer en la sociedad y en el
ámbito familiar. Con un estilo poético, pulcro, sugerente, se ajusta la crueldad
del marco, de la crítica, de la exigente realidad social, a una voz poderosa,
conmovedora y hermosa; la que con fuerza compagina la lucidez, resignación,
inconformismo, la inocencia y madurez, los laberintos de la pasión y de la
tradición, la esperanza y la fatalidad…, con un exótico cansancio de
existencias que se hace a ratos misterioso, cautivador, trazado con esa
habilidad narrativa de hacer lo profundo sencillo, lo difícil asimilable, y lo
brutal en bello.
Sinopsis:
“Claudia vive con sus
padres en un apartamento invadido por plantas que se estiran para tocarla. Como
todas las familias, la suya contiene una crisis, y solo hará falta que algo o
alguien llegue a detonarla.
Cada quien tiene un
punto de quiebre en la infancia, y Claudia, la protagonista de esta historia,
narra, desde la expectación y la mirada aguda de cuando fue una niña, los
hechos que abrieron las grietas por donde se colaron los peores temores,
aquellos que son irreversibles y empujan al borde del precipicio.
Los abismos es un
relato estremecedor en el que una hija asume las revelaciones de su madre y los
silencios de su padre para empezar a construir su propio mundo. Tras el éxito
de La perra, con esta novela, Pilar Quintana consolida el importante lugar que
ha conquistado en las letras hispanoamericanas.
«Los abismos se
adentra en la oscuridad del mundo de los adultos a través del punto de vista de
una niña que, desde la memoria de su vida familiar, intenta comprender la
conflictiva relación entre sus padres. Con el telón de fondo de un mundo
femenino de mujeres atadas a la rueda de una noria de la que no pueden o no
saben escapar, la autora ha creado una historia poderosa narrada desde una
aparente ingenuidad que contrasta con la atmósfera desdichada que rodea a la
protagonista. Con una prosa sutil y luminosa en la que la naturaleza nos
conecta con las posibilidades simbólicas de la literatura, y los abismos son
tanto los reales como los de la intimidad.» Del acta del jurado.”
Una novela recomendable.
“Los muertos de mi papá, empecé a
pensar, vivían en sus silencios, como ahogados en un mar en calma.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario