Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



jueves, 29 de julio de 2021

LIBROS QUE VOY LEYENDO: "Los abismos" de Pilar Quintana.

 

“Caminé en esa dirección, al principio con reserva y luego decidida. Quería vérmelas de nuevo con el abismo, sentir la cosa rica en la barriga y el miedo, las ganas de saltar y de alejarse.”

 

 


Con seguridad todos, en mayor o menor medida, con mayor o menor reflexión, con mayor o menor melancolía, hemos recordado, a propósito o inconscientemente, secuencias de nuestro pasado; quizás para entender el presente, una guía para mañana, o para arrepentirnos de no ser aquel que una vez fuimos o el que pretendíamos alcanzar y consolidar. Sea de una manera u otra, tal vez rememoramos nuestra vida pasada, la infancia y adolescencia donde se daban cabida todas las preguntas, todas las expectativas, oníricas y palpables, como una selva, más o menos tupida o enmarañada, como una máscara o caratula que incorpora con su metáfora el abismo o los abismos, domésticos o interiores, tanto da. Y la agradable lectura de esta novela de Pilar Quintana, “Los abismos” (Alfaguara, 2021), asimismo ganadora del XXIV Premio Alfaguara de Novela, me ha hecho plantearme el anterior nudo vital y retrotraerme para intentar si no explicarlo, desenredarlo en parte.

 

La selva, el domicilio lleno de plantas de la niña Claudia, narradora en primera persona, junto a otros contextos argumentales, (carreteras que serpentean entre precipicios, mansiones donde en cada rincón anida el misterio, un supermercado estimulante, personajes de amplias luces y sombras) … recrean y realzan un matiz, o una parte importante, del universo invisibilizado de la mujer en la sociedad y en el ámbito familiar. Con un estilo poético, pulcro, sugerente, se ajusta la crueldad del marco, de la crítica, de la exigente realidad social, a una voz poderosa, conmovedora y hermosa; la que con fuerza compagina la lucidez, resignación, inconformismo, la inocencia y madurez, los laberintos de la pasión y de la tradición, la esperanza y la fatalidad…, con un exótico cansancio de existencias que se hace a ratos misterioso, cautivador, trazado con esa habilidad narrativa de hacer lo profundo sencillo, lo difícil asimilable, y lo brutal en bello.

 

 

Sinopsis:

 

“Claudia vive con sus padres en un apartamento invadido por plantas que se estiran para tocarla. Como todas las familias, la suya contiene una crisis, y solo hará falta que algo o alguien llegue a detonarla.

 

Cada quien tiene un punto de quiebre en la infancia, y Claudia, la protagonista de esta historia, narra, desde la expectación y la mirada aguda de cuando fue una niña, los hechos que abrieron las grietas por donde se colaron los peores temores, aquellos que son irreversibles y empujan al borde del precipicio.

 

Los abismos es un relato estremecedor en el que una hija asume las revelaciones de su madre y los silencios de su padre para empezar a construir su propio mundo. Tras el éxito de La perra, con esta novela, Pilar Quintana consolida el importante lugar que ha conquistado en las letras hispanoamericanas.

 

«Los abismos se adentra en la oscuridad del mundo de los adultos a través del punto de vista de una niña que, desde la memoria de su vida familiar, intenta comprender la conflictiva relación entre sus padres. Con el telón de fondo de un mundo femenino de mujeres atadas a la rueda de una noria de la que no pueden o no saben escapar, la autora ha creado una historia poderosa narrada desde una aparente ingenuidad que contrasta con la atmósfera desdichada que rodea a la protagonista. Con una prosa sutil y luminosa en la que la naturaleza nos conecta con las posibilidades simbólicas de la literatura, y los abismos son tanto los reales como los de la intimidad.» Del acta del jurado.”

 

Una novela recomendable.

 

 

“Los muertos de mi papá, empecé a pensar, vivían en sus silencios, como ahogados en un mar en calma.”

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