Antes me sorprendía, incluso en ocasiones me gustaba, los buscaba, los inflamaba, me reía, de la capacidad de algunos, de muchos, de arrojar idioteces y maldades por aquí y por allá, bastantes, a diestro y siniestro, sin ton ni son... Hoy las cometo yo, con mi silencio y especialmente con mi sonrisa como respuesta absoluta. O acaso no lo sean, estas otras estupideces.
F.J. Calvente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario