Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



martes, 15 de abril de 2025

"MARTES SANTO"

 Martes Santo. Vía Crucis penitencial del Arciprestazgo de Ronda. Catorce estaciones en la noche por las piedras, sombras y misterios de la vieja ciudad. Hoy, además de la inestabilidad del clima o el humor del cielo, frío, un gris gélido. Pero la memoria me hace traer otros itinerarios, traslados o peregrinaciones en las afueras pero desde el interior de uno mismo. Actos quizás litúrgicos, religiosos, quizás solo escénicos, prolegómenos en Cuaresma a la Semana Mayor; pero fundamentalmente simbólicos, arquetipos, detalles de una Tradición ancestral, de un Conocimiento apenas declarado pero asumido por el inconsciente o la más profunda entraña. 


De ahí a traer a este Martes Santo el Viernes de Dolores, al otro y recogido Vía Crucis de la Juventud Cófrade rondeña, como una icónica apostilla penitencial a cuanto ya susurraron las Madres que es Una el Domingo de Ramos y Lunes Santo. Un ciclo necesario de sufrimiento y esperanza del que, ahora que fue entonces o entonces que debería ser ahora, Nuestra Señora de la Salud, atenta al Señor Cautivo, nos alienta a iniciarlo en nosotros mismos; en un desarrollo de purificación, de limpieza espiritual, de liberar cargas emocionales y dominios siempre insatisfechos que nos hacen otros y fraudulentos.




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