Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



lunes, 16 de junio de 2025

"EN UN INFINITO"

 


"Entre dos puntos la línea divide un infinito", leí a José Ángel Leyva. No sé dónde, ni en qué tiempo, solo que lo recordé cuando sentí, o al sentir el momento,  el contexto, recordé el verso, esas letras... ¡Qué más da! No importa nada cuando importaba todo.



Luego, o unos instantes antes, llegué, paré, respiré y me disolví. Dejé de ser yo o solo entonces lo fui: Un lugar y un infinito. Vívidos. En otro ocaso que se derramaba desde calle Gallarda. Barrio San Francisco. Una frontera siempre abierta y asombrosa, entre la rutina del subsistir y la aspiración mágica de Vivir. A un paso. En un infinito. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario