Tan incapaces de mantener lo genuino y bello, y tan capaces para cualquier cosa... Divago distraído, a través de esta foto del excelente restaurante Buxarra de Pujerra, por la realidad de estos universos rurales, en los que si todo debe permanecer como está, es necesario que todo cambie. Creo que esta última frase, o la paradoja de mi pensamiento, se la debo a Lampedusa. De ahí que el hecho de parar cuando se está parado, permite pensar, luego decidir, si en verdad se hace un pueblo o bien se lo deshace. Con todo, sea como sea, siempre será un hermoso reto, de responsabilidad y compromiso, trabajar en la identidad, en apuntalar las raíces de todos con aquello, o al menos a intentarlo.
© F.J. Calvente
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