"Convertía el dolor de los otros en la memoria de uno. Convertía el dolor, que es largo y natural y que siempre vence, en memoria particular, que es humana y breve y que siempre se escabulle. Convertía un relato bárbaro de injusticias y abusos, un ulular incoherente sin principio ni fin, en una historia bien estructurada en donde siempre cabía la posibilidad de suicidarse. Convertía la fuga en libertad, incluso si la libertad sólo servía para seguir huyendo. Convertía el caos en orden, aunque fuera al precio de lo que comúnmente se conoce como cordura."
Fragmento que acabo de leer de la novela de Roberto Bolaño, "2666".
La fotografía la hice anoche, en una valla colonizada de cardos y cosida con un alambre de púas, en la calle Buen Jesús, junto a Plaza del Llanete del Barrio San Francisco de Ronda.
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