Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



lunes, 28 de octubre de 2019

«AMANECE»



Agradecido por este primer amanecer de la semana tras el cambio de hora, en la pedanía rondeña de Puerto Saúco, incluso en su enérgico e irisado incendio del horizonte, mi lastimosa zozobra arde entre livianas pavesas de sombras.


«AMANECE»
© F.J. Calvente.


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