En estas efemérides de
la gran paradoja, la que Machado glosaba con un cuando somos, la muerte no es y
cuando la muerte es, nosotros no somos, las de un miedo y un esquivo sentido, conmemoramos
la muerte resucitando la presencia de otras personas que ya no están, que ya se
fueron, cercanas y acaso queridas, a su memoria más o menos viva; y al recordar
la vida frente a un espejo de la muerte, más o menos empañado de nostalgia, de carencia,
de falta, o más o menos desvaído su azogue de olvido, aunque solo sea en estos
días festivos, deberíamos preguntarnos: ¿Cuántas vidas, y no precisamente muertas,
hay sepultadas en el nicho que tenemos delante?
“TODOS
LOS SANTOS”
© F.J. Calvente
(Imagen: “L'Occhio Occidentale”, óleo sobre cobre de Nicola Samori. 2013)
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