Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



miércoles, 31 de agosto de 2022

"El globo"

 


Entonces, desapercibido entre fanfarrias enlatadas y al natural, de exóticos folklorismos, de escaparates con ruedas, monigotes y atracciones de la misma cabalgata de feria de ayer y mañana, aquel inteligente y enorme globo rojizo surcaba el plomizo cielo de Ronda entre tormentas con menos fuelle que la corporación municipal o el ánimo en estas postrimerías de agosto. Y sin embargo, aquel ingenio de disimulo en la propia escenografía festiva, escondía la inquietud de un peligro inminente, una catástrofe de magnitud, precisamente, planetaria. El exoplaneta, o esfera de este lado de nuestro Sistema, el colosal artefacto, trastulo y ovni o fani o UAP,  tripulado por cuerdas cercanas o foráneas, en un armónico vaivén por el aire pesado de endebles borrascas, se aproximaba, en línea de colisión, a la plaza de toros, al coso de holocausto animal. El inminente desastre, como una de esas venganzas al borde de la muerte, se arrojó de una fascinación que absorbió la algarabía alegre y colorista, en un inusitado alborozo por el fin de una incongruencia inhumana. 


F.J. Calvente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario