Un día agradable ayer en el río Genal, en el Valle homónimo, en el "Bajo Genal", y término de Algatocín. Aunque el denomitavivo "Genal" se haya atribuido, consensuadamente, a "Jardín", Río Genal o "Río Jardín", hurgando en la etimología, o en otro aspecto recóndito, me hechiza derivar la palabra Genal del árabe "Djinn" y esta del latín "genius", en referencia a los espíritus tutelares de un lugar mágico, éste, sin parangón ni dudas. De los "Djinn", o "escondidos" u "ocultos", criaturas sobrenaturales a los que la tradición islámica hace creados por Alá con fuego, (no con ese ominoso fuego que ha devastado parte de esta Sierra Bermeja, y el que siempre herirá la mirada y el alma) junto a los ángeles con luz y a los hombres con polvo, noté sus guiños y susurros durante todo el día, entre el rumor de los chopos y las ondas en el agua, como en algún humo inexplicable que surgía y desaparecía por ensalmo. Luego, en el bello Genalguacil, el "pueblo museo", encontré a algunos Djinn departiendo descansadamente en lo alto de una fachada azul y blanca. De lo que a continuación sucedió, ya hablaré en otra ocasión...
"GENAL"
F.J. Calvente
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