Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



jueves, 22 de septiembre de 2022

LIBROS QUE VOY LEYENDO: "Basilisco" de Jon Bilbao.

 “Ya me has encontrado y me has visto. Ahora puedes irte.

Eh, no tan rápido, viejo. Antes quiero algunas respuestas.

John Dunbar había caminado hasta la sombra de la enramada. Le dolía la espalda después de cavar la tumba.

¿Es verdad lo que se cuenta de ti?

Estoy vivo, así que no.

¿Y lo demás?

John Dunbar apoyó la pala contra la pared de la cabaña.

Lo que cuentan que hiciste, en la guerra y después.

Seguramente no. Y ahora déjame en paz, chico…”

 




¡Vaya! Me ha gustado, me ha resultado entretenida, y sobre todo me ha sorprendido esta novela de relatos conectados o de relatos que hacen una desconcertante y encantadora novela, “Basilisco” (Impedimenta, 2020) de Jon Bilbao. Un escritor osado, que no teme a experimentar, original en su propuesta narrativa; esto que más que por su prosa decidida, contundente, equilibrada, inquieta, se nota en el plausible trabajo puesto en la estructura insólita de su novela. Una obra, como he mencionado, arreglada en ocho historias cortas, quizás finales pero no independientes, con hilos de unión o conexión entre ellas y en la disimilitud argumental o en las tramas de unos conseguidos personajes: John Dunbar en el salvaje oeste, en un lejano pasado, y la vida del ingeniero y escritor o el alter ego del propio autor, de Bilbao, en la actualidad. En esto, en el nexo de unión entre las dos historias, lo insólito, lo perturbador e incluso fascinante, -incluso con aquello que pueda llevar a la confusión de otro lector y por tanto a tener el juicio de que el escritor no sabe lo que escribe o que lo que escribe no tiene sentido alguno- lo más importante en mi consideración de la novela, haya sido la reunión de esas dos historias, la del vaquero John Dunbar y el ingeniero escritor, y por ende ambas con el propio autor, Jon Bilbao, en una surrealista composición narrativa -impecable el capítulo o relato alusivo- de seres o cuerpos integrados unos en otros y ante o en la inquietud acaso “hiladora” o creativa de una ominosa y a su vez necesaria araña que parece tejer e incluso devorar los destinos de todos, “… el don de aunar lo práctico con lo vengativo.” Acaso en una metáfora del escritor frente a la creación, de la realidad con la ficción, de la consustancialidad de lo escrito con la realidad personal, del mito entretejido, a través de la literatura, con la circunstancia. Una novela y un autor a tener muy en cuentas.

 

“No podemos olvidar que la idea de frontera es intrínsecamente humana; sin personas, ninguna frontera existiría, y menos aún esta, un espacio tan simbólico como físico.”

 

Sinopsis editorial:

 

“Con una prosa perturbadora y poderosa, Jon Bilbao transita la frontera entre los géneros, mezclando lo clásico con la cultura popular. Con la máscara de un western crepuscular, Basilisco pone en jaque nuestra realidad.

Insatisfecho con su trabajo como ingeniero, el protagonista de Basilisco se traslada a California, donde conoce a dos personas que cambiarán su vida: Katharina, una joven que acabará siendo su mujer, y John Dunbar, un trampero, veterano de la guerra de Secesión y pistolero ocasional que lleva muerto más de un siglo. Dunbar encarna lo más genuino del Lejano Oeste. Huraño y temido, se ganó el sobrenombre de «Basilisco», y nos lleva de la mano por la fiebre del oro en Virginia City, por una expedición paleontológica y en su huida de una banda de asesinos. Mientras, el ingeniero desengañado, ya convertido en escritor, se adentra en las responsabilidades y frustraciones de la mediana edad. Basilisco se ordena así en una serie de capítulos autoconclusivos, alternando los que acontecen en el presente con los que tienen lugar un siglo atrás por los parajes de Nevada, Idaho y Montana, y proponiendo un diálogo entre realidad y ficción.”

 

“Es la evidencia de que el ansia de conocimiento puede convivir con la ignorancia más terca.”

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario