__ ¡Hombre, Paco! ¡Paco “el Pujerreño”! Ya te echaba en falta aquí arriba. Por cierto: ... ¡Felicidades!
__Pues, con sinceridad, Patrón, mi San Francisco, yo te eché en falta ahí abajo, que bastante mal lo he pasado y los míos conmigo… Por lo demás, gracias, e igualmente; no sé si, por respeto, llamarte tocayo.
__ “Es muriendo como se resucita a la vida eterna.” (Sonrisa. Los ojos al cielo.) Todavía ahí, en el Barrio de mi nombre, te extrañan bastante. Tanto es así que este sábado, a medio día, durante el tradicional arroz, Pepe Jurado, “el Civil”, se lo dijo a tu sobrino Paco: cómo recordaba aquel inicio de esta comida de Feria, ya hacía muchos años, donde estabas tú; ahora, indicaba, la primera paella que saliera al atrio iba por ti, en tu memoria … Incluso Antonio “el Piñero”, en una de esas “Tardes al fresco” del último verano, con los ojos de agua te reivindicó como fundador de la Asociación de Vecinos. Te han querido… y te quieren. Huella has dejado, Paco.
__ Me conmueve, pero no será para tanto. Si bien, dime, Patrón, ¿para qué me has llamado? Con lo tranquilo que estaba… Sabiendo que mi mujer, Rosario, está serena… Con mis cosas en las mejores manos, mi amor que late en otro corazón aún más grande, y mi recuerdo que perdura para de esta manera vivir eternamente con mi José María, mi hijo… Estoy en paz… ¿Qué quieres entonces, San Francisco?
__ “Ninguna otra cosa hemos de hacer sino ser solícitos en seguir la voluntad de Dios y en agradarle en todas las cosas.” ¿Qué voy a querer, Paco? ¿No es hoy San Francisco de Asís? Pues deseo que me acompañes por nuestro Barrio. Primero, a ver si llevamos un abrazo, la armonía, un lazo a este absurdo enfrentamiento entre hermanos al que los ha llevado la política y otros insólitos egos que jamás aquí se han estilado… “Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio siembre yo amor; donde haya ofensa, perdón; donde hay duda, fe; donde hay desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, alegría.” Dos familias que son una, pero no quieren enterarse, por el momento; de continuar en sus trece, será el final de todo.
__ ¡Me cago en …!
__ ¡Paco, Paco…! Que aquí estás más cerca de Él… No vayamos a … complicar las cosas, con otros purgatorios o condenas o reveses. (Risas)
__ Disculpa San Francisco. Pero es que me disgusto con estas tiranteces y conflictos. Porque mira que son ciegos e insensatos… Como tú mismo dices: “Es en el dar que recibimos” … O: “Es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra.” Si, ¡una… mmmmm…! Perdón, … puesto que los unos y los otros merecen precisamente esto: perdón, gracias, y un abrazo que los reconforte y los reconcilie en una sola palpitación; esta del corazón, del alma del Barrio, por la que existen y tienen esperanza en un mañana y en su cobijo o regazo. ¿Y qué más, Patrón?, mira que el Barça empieza pronto con el Inter…
__ ¿Qué va a ser, Paco? Cuatro de octubre, tiempo para recorrer el Barrio. Ver por los ojos de esa estatua con la que me procesionan y en la que estoy muy favorecido, guapo. Andar o a que nos lleven al cielo por sus calles, por los últimos colores de las luces del recinto ferial, de sus faroles, músicas y dulces aromas, los últimos estertores del crepúsculo en rostros largos de orgullo y emoción. Llevar el mensaje, a todos, porque “hemos sido llamados para curar las heridas, para unir lo que se ha venido abajo y para llevar a casa a los que han perdido su camino.” Un encuentro, a eso te invito.
__ Y yo, tan poquita cosa, tan bruto, ¿qué puedo hacer contigo?, mira que los hay más importantes y famosos y disimulados …
__ Por eso mismo, Paco, por tu humildad, honestidad y compromiso sin débitos eres el más indicado para ayudarme en esto. Yo, ya me conoces: “Necesito pocas cosas y las pocas que necesito, las necesito poco.” Así que… ¿vamos?
__ Será un honor, ir y estar contigo. Ir y estar de nuevo en mi casa, en mi Barrio en Feria… Pero si no te importa, San Francisco, voy a esperarte, después de que salgas de las Franciscanas, unos metros más allá… Antes de nada, besaré a la familia que estará en su esquina de Torrejones con Ruedo Alameda, en la fachada de mi hermana Isabel, como parece que hemos instituido en costumbre el Viernes Santo al paso del Santo Entierro y la Soledad. Y luego, a unos pasos, un toque de campana, te espero sentado en los poyetes de la alameda…
__ Paco… “Comienza haciendo lo necesario; luego haz lo posible y de repente estarás haciendo lo imposible” … Perdona, te he interrumpido… Y es que se me ha ido el santo al cielo. (Risas)
__ Gracias, Patrón… Estás muy ocurrente… (más risas) Decía que ve tú saliendo de la iglesia de las Franciscanas, que yo te espero sentado en las piedras de la alameda… En ese fragmento de los poyetes que siempre serán los de enfrente del Bar El Cafelillo. En el mismo lugar donde, con sufrimiento, aguardé hace poco al Santo Entierro y a la Soledad, al Resucitado y a Loreto. Ahí te aguardo y así disfruto de verte venir, con esa majestad y avenencia. No sé si podré atraerme a mi hijo Paco, pendiente con un “fiestón” de “tecno” con los que una vez ahí abajo estuvieron vivos o muertos en vida, paradójico … Además, veo que han llegado Gaspar, Paco, Rafael, Anita, … míralos, anda que se lo van a perder; y con los que también han querido estar Ana, sí, la del “Velilla”, … y llega corriendo, la pobre, Paquita, ¿te acuerdas de “Carrasco”? … Mimbres que entretejen la esencia única de este Barrio, y que nos toca, a los de arriba y a los de abajo, fortalecer y preservar.
__ Pues venga, hagámoslo así, Paco … Pero ten en cuenta que este año es diferente. Este año salimos de la iglesia del Espíritu Santo. -Un gesto contrariado que pronto se resuelve. Al fin y al cabo a Paco “el Pujerreño” le daba igual- Aunque sin olvidar que “la verdadera enseñanza que transmitimos es lo que vivimos; y somos buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos”, … “ten cuidado de tenerla aún más plenamente en tu corazón” ceporrero. Vamos, está terminando la misa del triduo; el Ave María cantado por las monjitas en un eco antiguo, no tan lejano, luego. Afinan los instrumentos la banda de música. Salen y aguardan vecinos y visitantes, arreglados y nítidos. Se dispone el desfile: varas y autoridades, estandartes y sahumerios, reinas y misters, devotos y penitentes... José Manuel, “el pintor”, ya está abriendo el portalón de la iglesia. Una vaharada a incienso y a cera, a flores y a afectos… Da gusto dar un paseo, con todos tan unidos a mí, por esta nostalgia en fiestas... ¿Verdad, Paco?
__ ¡Viva San Francisco! ¡Felicidades!
__ ¡Felicidades, Barrio!
F.J. CALVENTE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario