Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



sábado, 31 de diciembre de 2022

"ÚLTIMOS DÍAS, ÚLTIMAS RESEÑAS EN EL TINTERO DE LOS LIBROS QUE VOY LEYENDO: “ARENA” de Miguel Ángel Oeste."


Lo que uno quiere escribir hay que olvidarlo. Apunta lo que no quieras escribir. Lo que te resulte más difícil. Sin máscaras. Lo que te duela, me escupió el Pérez.”






Arena” (Tusquets, 2020) de Miguel Ángel Oeste. Y he dejado para el final de las lecturas de este año, el sorprendente descubrimiento de un autor y de una novela. De una obra que, escribe Oeste, "Quiero que ... ensucie, como ensucia la arena de la playa, con esos granos que se te pegan a la piel y son muy difíciles de quitar".Un descubrimiento y un seísmo narrativo, capaz de vapulear y estremecer los sentidos. Asimismo, así lo he presentido, como preámbulo para lo que a continuación me depare la lectura de su última novela, “Vengo de ese miedo”, y que ya la intuición late con que será… única.


“… los recuerdos transpiran, sin parar, a todas horas”.



Arena” es la tercera novela de Miguel Ángel Oeste, un relato en primera persona, oral, sensorial, abandonado, sucio o tal vez como la sensación de un cristal empañado por un vaho que reclama atención, salvación, materializar el grito que lo ha provocado. Bruno es el protagonista y narrador, quien día a día va describiendo la rutinaria levedad y descontrol de una pandilla de amigos malagueños en un bochorno estival de finales de la década de los noventa. De tal modo los jóvenes se emborrachan, se drogan, se bañan en la mar, duermen en la arena, en la arena blanca y también hay música, cómics, sentimientos, encuentros, fiestas, filosofía trascendente, trapicheo, huidas, escribir, sexo…; entretanto se deslizan fugaces pinceladas, indirectas pero penetrantes, de la tragedia familiar a la que sobrevive Bruno y de la que el lector, poco a poco, desgarro a desgarro, va descubriendo el drama autobiográfico del propio escritor en su alter ego. Infiero, o siento, que la descripción del diario de los amigos tenga un consciente propósito de matizar, de preparar, de manifestar si no la catarsis del protagonista, que será y de qué manera, el contexto para que esta se desarrolle y tal vez entienda y para que con literatura, con su escritura, suceda.



Bruno, ninguno somos nosotros demasiado tiempo. Siempre queremos ser otros. Siempre actuamos como otros. Cuando te olvides de ti sabrás quién eres.”



Quiero destacar que si Bruno es un vagabundo emocional, en un afán autodestructivo para sacudirse o más bien conjurar la tragedia y de este manera alcanzar a definir su personalidad o identidad de mañana, otro personaje interesante es el Pérez, un vagabundo, ilustrado, al que el joven se acerca buscando quizás ese cobijo, auxilio, esa llama de amor de la que se siente huérfano. Abrirse en canal para, con dolor, derramar su vida; y para que esta no muera en los tristes y acerados recuerdos del pasado que siguen siendo un presente de sudor cohesivo y persistente.



_Lo único que yo le pido es tiempo libre para leer y contemplar las cosas mínimas a las que pocos ya dan valor.”




Sinopsis editorial de “Arena”:



Playa, motocicletas, música, cómics y todo un verano por delante en el que el protagonista deberá decidir qué hacer con su vida.


Cervezas calientes, vespinos, tiempo muerto sobre la arena blanca de la playa... Un verano inacabable y pegajoso en algún lugar de la costa malagueña y la sensación de que nada bueno va a salir de la adolescencia marginal de Bruno, quien narra las aventuras propias y las de su grupo de amigos. Y aunque su padre le repite que deje los cómics y las novelas y se matricule en derecho, lo cierto es que ni sus progenitores ni los amigos que éstos frecuentan predican con el ejemplo, y Bruno deberá decidir su futuro sin contar con la familia.


Sobre Arena:


«Estupenda novela con toda su crudeza y esa verdad profunda que se percibe en cada página. Gran libro, el mejor de los tuyos. ¡Enhorabuena!» Ignacio Martínez de Pisón


«Arena es un libro magnífico. Es el libro que tú tenías que escribir desde el dolor y la pérdida de la inocencia, y esa mirada sucia sobre la sexualidad y la depravación que lo impregna todo.» Marta Sanz


«Me alegro mucho de que Miguel Ángel Oeste haya logrado publicar esta novela llena de dinamita. La adolescencia es la edad del pánico y de los errores que nunca se borran. Los muchachos de esta novela llena de sudor acaban sabiéndolo.» Luisgé Martín


«Un retorno a los veranos de juventud, a su música y a momentos inolvidables, que viene a la memoria a través de sus páginas.» Montxo Armendáriz


«Brutal y potente. Duro y sutil. Me ha gustado mucho. Estoy sin aliento.» Sara Mesa.”



Una novela única, brutal, dura, desgarradora, valiente, que arrastra su zozobra a todos los sentidos del lector, en la búsqueda, quizás, de una identidad sumamente herida. Indispensable.



Se ama solo una vez, Bruno. Lo demás son variaciones en el vacío, simulaciones, simulacros, oía a mi padre, ¿o era mi madre?”



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