Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



sábado, 14 de diciembre de 2024

"LA VIDA... SIN MÁS"

 


Otra vez aquí u otra vez pasando por ahí que infinitamente es allá. Por la mañana, temprano ("Sí, Emidio, vecino, llevabas razón, aunque sea una razón estricta o de rigidez horaria, que por la hora será mañana y no madrugada"). Siempre aquí, ahí, allá, llegado, parado unos instantes sin duración, atravesando el Puente Nuevo, encontrando o encontrándome en un trayecto privilegiadamente desierto, sin gentíos ni caravanas, sin agobios ni bochornos, sin únicas intenciones de marcar el paso con ruidos para dejarse notar y urgencias por dejarse notar en otro lugar, fugaces huellas o solo por conseguir la instantánea de más "likes" en Instagram, ... aquí, ahí, allá, decía o suspiraba, soy consciente, como ese aire que sale de una grieta en el pecho, a dejar que la vida suceda sin más.

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