Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



jueves, 5 de marzo de 2015

LIBROS QUE VOY LEYENDO: "El peso del corazón" de Rosa Montero.



“Siempre he pensado que uno se hace escritor desde la pérdida. Del dolor de perder nace la obra”


Tras la memorable e impactante “Lágrimas en la lluvia”, el homenaje de Rosa Montero a la película de culto de Ridley Scott, Blade Runner (1982), basada en la obra de Philip K. Dick “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, regresa uno de los personajes más importantes de la autora, la “tecno-humana” o “replicante” Bruna Husky, la superviviente capaz de todo, que se debate entre la autosuficiencia, la soledad absoluta y una desesperada necesidad de cariño, en un nuevo thriller lleno de aventuras, fantasías, amor… en el Madrid futurista del año 2109, “El peso del corazón”, título inspirado de una cita de Macbeth.

Dice la editorial: “Contratada para resolver un caso a primera vista sencillo, la detective Bruna Husky se enfrenta a una trama de corrupción internacional que amenaza con desestabilizar el frágil equilibrio entre una Tierra convulsa y la dictadura religiosa de Reino de Labari. En un futuro en el que la guerra está supuestamente erradicada, Bruna lucha contrarreloj por la libertad y en defensa de la vida, mientras asimila los sentimientos contradictorios que le produce hacerse cargo de una niña pequeña. Bruna Husky es una heroína extrema y fascinante; una superviviente capaz de todo que se debate entre la fragilidad y la dureza, entre la autosuficiencia y la desesperada necesidad de cariño. Es una fiera atrapada en la cárcel de su corta vida, un tigre que va y viene ante los barrotes de su jaula «para que no se le escape el único y brevísimo instante de la salvación», como el felino de la bella frase de Elias Canetti. El peso del corazón es un thriller, una novela de aventuras política y ecológica, una historia de fantasía y ciencia ficción, un relato mítico, un cuento para adultos, una reflexión sobre la creación literaria, una metáfora sobre el peso de la vida y la oscuridad de la muerte… ¡Y una historia de amor! Rosa Montero regresa al mundo fascinante que creó en Lágrimas en la lluvia y nos sorprende de nuevo con esa potencia narrativa que ha convertido a Bruna Husky en una protagonista legendaria”. Nada que oponer.

Me ha gustado mucho, no tanto como la primera entrega, quizás por la novedad que supuso, pero no se le puede negar que una vez empiezas, no puedes dejar de leer. Muy entretenida, de trepidante acción, de misterio y aventura a raudales. Con personajes muy bien definidos, profundos, complejos y singulares, con el trazo magnífico de Rosa Montero; Bruna Husky, su protagonista, la que más, por su mundo interior tan fascinante, tan dramático, personificación de “la tragedia mayor del ser humano: la muerte”, y a la que no puede oponerse ningún pero o algún tenor de imitación, de ser un concepto ajeno o propio a la película de Scott, por caso, sino que en ella, en la “tecno-humana de combate”, se subraya la más alta expresión de la autora en sus inevitables reflexiones literarias sobre la naturaleza de la memoria o el carácter inestable de la identidad, la crítica al dogmatismo, los excesos del poder. De poderosa y extraordinaria ambientación, esta novela sigue la línea de la antecesora “Lágrimas en la lluvia”, y que sigue recordando el contexto oscuro y sombrío de Blade Runner, más por la facilidad de construir de Rosa Montero, matizado con su crítica sincera acerca de la degradación del mundo, de la naturaleza, el fanatismo religioso o los ultranacionalismos, las injusticias, las guerras, y políticos corruptos e incompetentes.

El mundo era un loco juego de apariencias

De ahí que “El peso del corazón” no sea esencialmente un relato de ciencia ficción ni una historia policíaca o negra. Tal vez, como su personaje principal, como esa sociedad futurista, sea un híbrido honesto, lúcido, entre la ciencia-ficción y la trama criminal, enlazado a una reflexión muy actual, atendiendo a preocupaciones contemporáneas, de ahora mismo, más que en teorizar sobre cuestiones del futuro, como el integrismo religioso, las desigualdades sociales provocadas por un mundo globalizado y la ruina medio ambiental. Y en la cumbre de todo ello, como el tatuaje que cruza y recorre todo el cuerpo de su personaje principal, Bruna Husky, el peso y la fugacidad del tiempo, alcanzando su aforismo en el estribillo insistente y pesado de ésta y en lo poco que le queda para morir o de vivir. 

“Puede que el amor de los monstruos fuera así. Nudos que apresan inútilmente, mordiscos que duelen y desgarran”

Por último, deseo que la próxima entrega no tarde el tiempo de esta “El peso del corazón”, y que, con seguridad, versará sobre la mafia de una sociedad secreta que maneja los destinos del mundo, Los Trinitarios.

“No, ella no era un tigre, ella no era nada, no era nadie. Demasiado humana para ser tecno pero decepcionantemente tecno para los humanos. La soledad del monstruo era absoluta”

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