“La realidad no era exactamente como la habían soñado”
Antonio Garrido gana el Premio de
Novela Fernando Lara 2015 con una obra que trata sobre un norteamericano que
huye de los efectos del Crack económico de 1929 y busca una segunda oportunidad
en la Unión Soviética ,
allá donde, según expresaba el New York Times de la época, estaba el “último
paraíso”. Novela o historia con marcado tinte policial, plagada de intrigas
empresariales y políticas, entretejidas a una historia de amor, y en torno a
una documentada y amena base de hechos históricos. Al final de la narración en
sí, Garrido nos deja una serie de adiciones con las que entenderla: curioso, en
este aspecto, que la relación de amor entre el protagonista Jack Beilis y la
doctora rusa Natasha, surgiera de unas vivencias reales en España, antes de la Guerra Civil , de la
abuela del novelista con un hombre de la URSS ; o mención necesaria a la enorme cantidad de
fuentes, americanas y soviéticas, con la que documentó el relato, al igual que las
numerosas consultas a expertos en distintas materias. Ello, indudablemente,
concede credibilidad a esta novela, rigurosidad, tanto como en amenidad.
Cierto, a mi gusto, que el autor debería haberse prodigado más en las
descripciones, más que nada para ilustrar y comparar dos mundos tan diferentes
como el norteamericano y el soviético. No obstante, se agradece y pondera la
capacidad del escritor para introducirnos de forma suave, como algo
consecuente, en los hechos históricos que sostienen el guion del relato,
jugando con la intriga para hipnotizarnos desde el principio en una perfecta
dosis de aventura, humor, drama y romanticismo. A falta, insisto que a mi
juicio, de descripciones más extensas, me ha complacido su estilo directo en
esta contraposición admirable de dos mundos y en unos momentos severos, terribles,
aquellos de la gran crisis económica, y que nos hace volver los ojos hacia
nuestros días e igualmente castigados por otra crisis infame.
“-No es triste. Es una canción de amor. Quizá melancólica, pero llena
de esperanza.
-¿Eso dice la letra?
-No tiene letra. La esperanza se escucha con el corazón”
Tomo la sinopsis de la Editorial Planeta :
En 1929, el joven y avezado Jack
Beilis conducía su propio automóvil, vestía trajes a medida y frecuentaba los
mejores clubs de Detroit. Pero la brutal crisis que aquel año azotó América lo
arrojó, junto a millones de compatriotas, al hambre y la desesperación.
Desahuciado y perseguido por un oscuro crimen, embarcará junto a su amigo
Andrew hacia la legendaria Unión Soviética, el idílico imperio en el que
cualquier hombre tenía derecho a trabajar y ser feliz, sin sospechar los
extraordinarios avatares que les tenía reservados el destino.
Inspirada en hechos reales, con
El último paraíso Antonio Garrido funde magistralmente thriller, amor y novela
histórica en la dramática epopeya de un superviviente en un mundo dividido. Un
formidable fresco de una época convulsa que dio un nuevo rumbo a la historia.
Indudablemente, con independencia
a que considere esta obra como un nuevo ensayo sobre el manido “sueño
americano”, este en la Rusia
bolchevique estremecida por los planes quinquenales de Stalin, la novela
cautiva en su casi medio millar de páginas; y no es solo por el contexto
histórico de la depresión del 29 que provocó la emigración de un contingente de
americanos huyendo de la miseria y a la búsqueda de un futuro mejor. “La
Gran Depresión del
29 sumió al mundo en una terrible pesadilla, de la que muy pocos lograron
despertar” Un viaje, ciertamente una dramática empresa no hacia donde
creían que estaba la solución a todos sus problemas, el último paraíso, sino hacia
el infierno, a la perdición y a un nuevo descenso, tal vez el último, al fondo
de sus existencias. Y es esto lo que Antonio Garrido desea que entendamos, “las consecuencias del fanatismo y la pobreza”,
y de paso homenajear “al sacrificio y a
la superación encarnados en un grupo de valientes que, pese a vivir en mundos
enfrentados, lucharon por recuperar para siempre el destino de sus vidas”.
“Y porque si la razón es la que nos hace humanos, los sentimientos son
los que nos convierten en personas”
De ahí que la trama de “El último
paraíso” jamás decaiga, fascine, por la habilidad de Garrido al conjugar con
habilidad, por un lado, el recorrido vital y porqué no histórico que hace su
protagonista, el intrépido Jack Beilis; por otro, seguir a éste en su lucha por
encontrar un futuro mejor y hacer realidad sus sueños, sin menoscabos a sus
principios y dignidad; y además, la tensión y enredo por desenmascarar al
saboteador de la fábrica de automóviles, Autozavod, en Gorki y en la que
trabajan, asolados por el racionamiento y el miedo, los trabajadores
americanos; al mismo tiempo que sacar a la luz los hilos que mueven estos
sucesos, sea bajo la severa mirada de Stalin en un juicio apasionante. Todos, hago
hincapié, alrededor del desesperado y tenaz arrojo por la supervivencia y la decencia
de los emigrantes americanos. Los dos mundos enfrentados, el salvaje
capitalismo americano y la violenta revolución proletaria soviética. El
escenario idóneo para expresar la conjunción de los extremos del ser humano: el
idealismo y el practicismo, la ideología y el sentido común, solidaridad y el
egoísmo, la mentira y la verdad, temidas ambas, la bondad y la maldad, la
esperanza y la desilusión, la pobreza y el derroche, el abuso de poder y la
injusticia… Sobrevivir en dos mundos cruzados, ya da igual que por el dinero o
el miedo, sobrevivir siempre.
“Nadie les había advertido que el último paraíso sería también un
infierno helado”
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