“Ella
camina a tu lado, ella te acompaña. No tienes derecho sobre la vida, la tiene
ella”
Con esta nueva entrega
de las aventuras de Patrik Hedström y Erika Falck alcanzo el sexto libro de una
serie que empecé a leer siguiendo la negra estela nórdica de Asa Larsson con “Aurora
Boreal”, el inefable Henning Mankell con Kurt Wallander y, por supuesto, tras
la archiconocida trilogía “Millenium” de Stieg Larsson; luego se fueron
añadiendo Mari Jungstedt o Jo Nesbo… En fin, Camilla Läckberg, ya conocida como
la Agatha Christie sueca, me cautivó desde su primera obra, “La Princesa de
Hielo”, hasta esta “La sombra de la sirena” y a la que considero la mejor de la
saga tras aquella. Es cierto que Camilla no gusta a todo el mundo, o a lo mejor
ciertos puristas del género negro no la incluyen en este, seguro que por la
incidencia que tiene en sus novelas la vida personal de sus protagonistas, de
ahí la frivolidad con la que aquellos cargan contra la autora. Sin embargo, siendo
justo, este hecho engrandece su labor literaria, realzando la humanidad y
credibilidad de sus personajes y del mismo género. Cierto, por otro lado, que
en ocasiones la crónica de los protagonistas llega a ser incluso más
trascendente que el acto criminal en sí, tal como sucedía en las dos primeras
entregas cuando Patrick y Erika se conocen
y enamoran; pero en las siguientes, aunque el tema personal sigue acaparando
mucha atención, la trama marcha en los estrictos cánones policíacos. Un aire
fresco supone esta humanización del argumento, más ante la reiteración y el
hastío consecuente de leer y ver a policías o detectives o investigadores,
solteros, divorciados, con problemas psicológicos, o de conducta asocial,
taciturnos, alcohólicos… agradeciéndose cuando se nos presenta a unos
personajes normales, casados, con hijos, con los problemas comunes a todos, con
sus relaciones familiares y amistades... un agradable toque realista y no tan
oscuro o ingrato o truculento. Del mismo modo, en estos seriales, el hecho de
ir conociendo cada vez más y mejor a sus personajes, benefician en interés a la
lectura. Por ejemplo, ya he mencionado cómo en la primera entrega la escritora
Erika y el policía Patrik se conocen y se enamoran; en la segunda ya viven
juntos; en la tercera nace su primera hija, Maja; en la cuarta se casan; en la
quinta consolidan la relación; y en esta Erika vuelve a estar embarazada de
gemelos. Igual sobreviene con sus respectivos protagonismos: en la primera
Erika y Patrik están a ras en el guión; luego Erika se sitúa en un segundo
plano, Patrik ocupa el primero; y en la quinta y sexta vuelve a alinear su
relevancia… Vale, no seguiré por ahí, de esta forma evitaré cualquier spoiler.
Sin embargo, no voy a desaprovechar la ocasión para recomendar a quienes no
hayan leído las novelas anteriores, a que lo hagan y en orden; solo de esta
manera disfrutaran siquiera más de esta magnífica serie, de la evolución de unos
personajes tan logrados, de sus cuitas, sinsabores, alegrías y satisfacciones,
no solo de Erika y Patrik, sino del ramplón e incompetente Comisario Mellberg,
Anna, la hermana de Erika, o los policías Paula, Annika… Pero estad tranquilos
por el otro lado: el crimen en cuestión empieza y se dilucida en cada libro.
Emoción, intriga y mucho misterio, pues, garantizados.
¡Uf!... que me voy por
las ramas. Aunque, supongo, es lo normal cuando se reseña a una de las novelas
de una serie. De acuerdo, me centraré en esta “La Sombra de la Sirena”…
Un hombre, Magnus
Kjellner, desaparece en Fjällbacka (no sé cual es su pronunciación, me recuerda
a Chewbacca de la Guerra de las Galaxias) sin dejar rastro. Pese a que Patrik
Hedström y sus colegas de la policía han hecho cuanto han podido para
encontrarlo, nadie sabe si está vivo o muerto. Al cabo de tres meses, lo
encuentran congelado en el hielo y con visos de haber sido salvajemente
mutilado. Cuando averiguan que el escritor Christian Thydell, uno de los amigos
de la víctima, lleva más de un año recibiendo cartas anónimas plagadas de
amenazas, todo se complica. Christian trata de restarle importancia, pero su
amiga Erica Falck, quien lo ayudó en la escritura de su primera y exitosa
novela, La sombra de la sirena, es consciente del peligro. La policía no tarda
en comprender que el asesinato y las cartas están relacionados. Alguien odia a
Christian profundamente, y ese alguien parece que no dudará en cumplir sus
amenazas… donde un hombre ha desaparecido sin dejar rastro y donde la policía
se afana por encontrar pistas sobre su paradero sin demasiada fortuna. Mientras
tanto, la vida de Erika y Patrik está a punto de cambiar drásticamente ya que
la pareja, padres de la pequeña Maja, espera el nacimiento con ganas y temor el
nacimiento de sus gemelos. Sin embargo, aquí no terminan las complicaciones de
la pareja. Si ya habéis leído algún libro anterior conoceréis los entresijos de
la relación de Patrik y Erika y seguro que también os sonará el nombre de
Christian. El bibliotecario de Fjällbacka ha tenido un pequeño papel en otras
entregas anteriores y ahora es el protagonista indiscutible de este libro ya
que, por fin, se ha decidido a publicar su primera novela. En el pequeño pueblo
este acontecimiento se convierte en todo un evento. Sin embargo lo que debía
ser alegría se convierte en turbación y temor. ¿Qué le pasa a Christian? Cosas
extrañas empiezan a suceder, gente desaparece, un secreto terrible que parece
unir a un grupo de amigos de la infancia y, mientras todo ello sucede,
Christian cada vez se comporta de forma más extraña y enigmática.
Una vez más, en esta
historia, el pasado adquiere una dimensión e importancia extraordinaria en el
que indagar las razones del crimen y su autoría. Y Camilla Läckberg, vuelve a
bordarlo. Además, el hecho de que la escritora vaya dando los datos, las
pistas, dosificándolas, poco a poco, permitiendo que, con estos elementos, el
lector dilucide el misterio y encuentre por sí mismo al asesino, logra atrapar
y no dejar su interés hasta que llega exhausto al final. Novela en la que, a mi
apreciación, la intriga y las dudas en las dos líneas temporales de la
investigación, una actual y otra entretejida en los sombríos capítulos cortos
escritos en cursiva, fundamentales para comprender los hechos, donde el pasado…
(¡cuidado con el spoiler!)… han
permanecido hasta bien entrado en la mitad del relato y en la búsqueda de su
solución. Magistral la autora cuando al final encaja todas las piezas del
puzzle, las dos líneas temporales, en una sobrecogedora dilucidación de todo el
peso de la intriga tan bien medida; y ya no solo en lo que respecta al caso
dramático, o a la llamémosle parte “doméstica” con el nuevo embarazo de Erika,
o el preocupante estado físico de Patrik, sino también en los pormenores de
cuántos están implicados en el caso de los anónimos y potenciales asesinos. Un
final vertiginoso, sorprendente, que te deja sin respiración, con la boca
abierta, y con una ansiedad irrefrenable de comenzar a leer el siguiente libro.
Y es aquí donde, a mi
entender, triunfa y eleva esta novela como una de las mejores de la saga, por su
capacidad turbadora, el dramatismo de su historia y donde, asimismo, se
certifica la habilidad, claridad y dominio de Läckberg al construirlo. La huella
negra que desde la primera página hasta la última, aun trascendiendo truculencias
gratuitas, de ciertos y manoseados arquetipos del género policíaco, aferra al
lector para, a través del asesinato de un apacible hombre de familia de
Fjällbacka y unos macabros anónimos amenazantes entre familias normales que
viven en un pueblo tranquilo, pero que también tienen sus oscuros secretos de
los que algunos culminan en el crimen, deshacer la atmósfera tan opresiva, la
mordaza de dolor, sufrimiento y maldad, y alcanzar el alivio.
“La sombra de la sirena”,
al mismo tiempo, destaca, a mi entender, por ser la novela en la que Camilla
Läckberg se muestra más diáfana y comprometida a la hora de tratar y denunciar
aspectos de amarga crueldad, de miserias de nuestra sociedad contemporánea,
como es el caso de la protección de los más débiles o desprotegidos, cargando
la atención en los niños, e ilustrándolo con esa contumaz contradicción entre
la hija de los protagonistas, Maja, una niña que crece feliz, y de quienes han
sufrido la violencia y brutalidad en sus carnes… Y en torno a una novela
detectivesca inquietante, y no por corriente menos interesante; de lectura
ágil, rápida, clara, directa amena, fácil, que engancha desde el principio y
hasta el final.
Entretenimiento
asegurado.
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