Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



jueves, 4 de junio de 2015

LIBROS QUE VOY LEYENDO: "La sombra de la sirena" de Camilla Läckberg.


“Ella camina a tu lado, ella te acompaña. No tienes derecho sobre la vida, la tiene ella”
 
 

Con esta nueva entrega de las aventuras de Patrik Hedström y Erika Falck alcanzo el sexto libro de una serie que empecé a leer siguiendo la negra estela nórdica de Asa Larsson con “Aurora Boreal”, el inefable Henning Mankell con Kurt Wallander y, por supuesto, tras la archiconocida trilogía “Millenium” de Stieg Larsson; luego se fueron añadiendo Mari Jungstedt o Jo Nesbo… En fin, Camilla Läckberg, ya conocida como la Agatha Christie sueca, me cautivó desde su primera obra, “La Princesa de Hielo”, hasta esta “La sombra de la sirena” y a la que considero la mejor de la saga tras aquella. Es cierto que Camilla no gusta a todo el mundo, o a lo mejor ciertos puristas del género negro no la incluyen en este, seguro que por la incidencia que tiene en sus novelas la vida personal de sus protagonistas, de ahí la frivolidad con la que aquellos cargan contra la autora. Sin embargo, siendo justo, este hecho engrandece su labor literaria, realzando la humanidad y credibilidad de sus personajes y del mismo género. Cierto, por otro lado, que en ocasiones la crónica de los protagonistas llega a ser incluso más trascendente que el acto criminal en sí, tal como sucedía en las dos primeras entregas cuando  Patrick y Erika se conocen y enamoran; pero en las siguientes, aunque el tema personal sigue acaparando mucha atención, la trama marcha en los estrictos cánones policíacos. Un aire fresco supone esta humanización del argumento, más ante la reiteración y el hastío consecuente de leer y ver a policías o detectives o investigadores, solteros, divorciados, con problemas psicológicos, o de conducta asocial, taciturnos, alcohólicos… agradeciéndose cuando se nos presenta a unos personajes normales, casados, con hijos, con los problemas comunes a todos, con sus relaciones familiares y amistades... un agradable toque realista y no tan oscuro o ingrato o truculento. Del mismo modo, en estos seriales, el hecho de ir conociendo cada vez más y mejor a sus personajes, benefician en interés a la lectura. Por ejemplo, ya he mencionado cómo en la primera entrega la escritora Erika y el policía Patrik se conocen y se enamoran; en la segunda ya viven juntos; en la tercera nace su primera hija, Maja; en la cuarta se casan; en la quinta consolidan la relación; y en esta Erika vuelve a estar embarazada de gemelos. Igual sobreviene con sus respectivos protagonismos: en la primera Erika y Patrik están a ras en el guión; luego Erika se sitúa en un segundo plano, Patrik ocupa el primero; y en la quinta y sexta vuelve a alinear su relevancia… Vale, no seguiré por ahí, de esta forma evitaré cualquier spoiler. Sin embargo, no voy a desaprovechar la ocasión para recomendar a quienes no hayan leído las novelas anteriores, a que lo hagan y en orden; solo de esta manera disfrutaran siquiera más de esta magnífica serie, de la evolución de unos personajes tan logrados, de sus cuitas, sinsabores, alegrías y satisfacciones, no solo de Erika y Patrik, sino del ramplón e incompetente Comisario Mellberg, Anna, la hermana de Erika, o los policías Paula, Annika… Pero estad tranquilos por el otro lado: el crimen en cuestión empieza y se dilucida en cada libro. Emoción, intriga y mucho misterio, pues, garantizados.
¡Uf!... que me voy por las ramas. Aunque, supongo, es lo normal cuando se reseña a una de las novelas de una serie. De acuerdo, me centraré en esta “La Sombra de la Sirena”…
Un hombre, Magnus Kjellner, desaparece en Fjällbacka (no sé cual es su pronunciación, me recuerda a Chewbacca de la Guerra de las Galaxias) sin dejar rastro. Pese a que Patrik Hedström y sus colegas de la policía han hecho cuanto han podido para encontrarlo, nadie sabe si está vivo o muerto. Al cabo de tres meses, lo encuentran congelado en el hielo y con visos de haber sido salvajemente mutilado. Cuando averiguan que el escritor Christian Thydell, uno de los amigos de la víctima, lleva más de un año recibiendo cartas anónimas plagadas de amenazas, todo se complica. Christian trata de restarle importancia, pero su amiga Erica Falck, quien lo ayudó en la escritura de su primera y exitosa novela, La sombra de la sirena, es consciente del peligro. La policía no tarda en comprender que el asesinato y las cartas están relacionados. Alguien odia a Christian profundamente, y ese alguien parece que no dudará en cumplir sus amenazas… donde un hombre ha desaparecido sin dejar rastro y donde la policía se afana por encontrar pistas sobre su paradero sin demasiada fortuna. Mientras tanto, la vida de Erika y Patrik está a punto de cambiar drásticamente ya que la pareja, padres de la pequeña Maja, espera el nacimiento con ganas y temor el nacimiento de sus gemelos. Sin embargo, aquí no terminan las complicaciones de la pareja. Si ya habéis leído algún libro anterior conoceréis los entresijos de la relación de Patrik y Erika y seguro que también os sonará el nombre de Christian. El bibliotecario de Fjällbacka ha tenido un pequeño papel en otras entregas anteriores y ahora es el protagonista indiscutible de este libro ya que, por fin, se ha decidido a publicar su primera novela. En el pequeño pueblo este acontecimiento se convierte en todo un evento. Sin embargo lo que debía ser alegría se convierte en turbación y temor. ¿Qué le pasa a Christian? Cosas extrañas empiezan a suceder, gente desaparece, un secreto terrible que parece unir a un grupo de amigos de la infancia y, mientras todo ello sucede, Christian cada vez se comporta de forma más extraña y enigmática.
Una vez más, en esta historia, el pasado adquiere una dimensión e importancia extraordinaria en el que indagar las razones del crimen y su autoría. Y Camilla Läckberg, vuelve a bordarlo. Además, el hecho de que la escritora vaya dando los datos, las pistas, dosificándolas, poco a poco, permitiendo que, con estos elementos, el lector dilucide el misterio y encuentre por sí mismo al asesino, logra atrapar y no dejar su interés hasta que llega exhausto al final. Novela en la que, a mi apreciación, la intriga y las dudas en las dos líneas temporales de la investigación, una actual y otra entretejida en los sombríos capítulos cortos escritos en cursiva, fundamentales para comprender los hechos, donde el pasado… (¡cuidado con el spoiler!)…  han permanecido hasta bien entrado en la mitad del relato y en la búsqueda de su solución. Magistral la autora cuando al final encaja todas las piezas del puzzle, las dos líneas temporales, en una sobrecogedora dilucidación de todo el peso de la intriga tan bien medida; y ya no solo en lo que respecta al caso dramático, o a la llamémosle parte “doméstica” con el nuevo embarazo de Erika, o el preocupante estado físico de Patrik, sino también en los pormenores de cuántos están implicados en el caso de los anónimos y potenciales asesinos. Un final vertiginoso, sorprendente, que te deja sin respiración, con la boca abierta, y con una ansiedad irrefrenable de comenzar a leer el siguiente libro.
Y es aquí donde, a mi entender, triunfa y eleva esta novela como una de las mejores de la saga, por su capacidad turbadora, el dramatismo de su historia y donde, asimismo, se certifica la habilidad, claridad y dominio de Läckberg al construirlo. La huella negra que desde la primera página hasta la última, aun trascendiendo truculencias gratuitas, de ciertos y manoseados arquetipos del género policíaco, aferra al lector para, a través del asesinato de un apacible hombre de familia de Fjällbacka y unos macabros anónimos amenazantes entre familias normales que viven en un pueblo tranquilo, pero que también tienen sus oscuros secretos de los que algunos culminan en el crimen, deshacer la atmósfera tan opresiva, la mordaza de dolor, sufrimiento y maldad, y alcanzar el alivio.
“La sombra de la sirena”, al mismo tiempo, destaca, a mi entender, por ser la novela en la que Camilla Läckberg se muestra más diáfana y comprometida a la hora de tratar y denunciar aspectos de amarga crueldad, de miserias de nuestra sociedad contemporánea, como es el caso de la protección de los más débiles o desprotegidos, cargando la atención en los niños, e ilustrándolo con esa contumaz contradicción entre la hija de los protagonistas, Maja, una niña que crece feliz, y de quienes han sufrido la violencia y brutalidad en sus carnes… Y en torno a una novela detectivesca inquietante, y no por corriente menos interesante; de lectura ágil, rápida, clara, directa amena, fácil, que engancha desde el principio y hasta el final.
Entretenimiento asegurado.

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