Aquí estoy...
Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.
viernes, 22 de abril de 2016
DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA
No es otro ejemplo de decoración floral urbana. Esta vez no. Pegué en la puerta con los nudillos, con delicadeza. No abrió nadie. Insistí. Silencio. Y entonces, de debajo de la puerta, por una mella hecha adrede en el mármol del umbral, surgió un tallo verde, ese, espigado y de maneras resueltas, para decirme, o sentí que me decía: "¡¡Adelante. Entra a formar parte de este DIA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA!!". De lo que luego aconteció... será tema para otra historia.
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