En el aniversario de la muerte de Miguel Hernández, me permito la licencia de, además de sumarme a su homenaje, un "hombre nuestro", usar sus célebres versos para reunir una opción, una opinión, y sustituir aquella España por Ronda, "piedra estoica que se abrió en dos pedazos de dolor y de piedra profunda para darme: no me separarán de tus altas entrañas, madre."
(c) F.J. Calvente.
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