Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



viernes, 26 de mayo de 2017

CUMPLEAÑOS ÁNGELA



Érase una vez… tu historia, Angela. La historia que despuntó a las 8:01 horas de una mañana de mayo como la de hoy, radiante, azul, calurosa, con un aire madrugador esparciendo el aroma de las mieses segadas y un romanticismo del que años después se impregnarían con algarabía las calles. La historia o el cuento encantador, cuando se abrieron las puertas del castillo de “Nunca Jamás” y entraste en nuestro mundo para traer y llenarlo de gracia, fantasía, y de unas sorprendentes ansias de reinterpretarlo con nueva pasión. Esta es la segunda historia más hermosa de nuestras vidas. Hoy hace 9 años que llegaste como una princesa ataviada de colores y emociones, convirtiéndote en nuestra principal necesidad para vivir, otra, en nuestro albor para atenuar los grises de la monotonía y la dificultad, para encontrar el significado de una existencia que solo con tu actitud nos muestras a diario, sin escatimo, con generosidad y viveza. Aunque acostumbremos a ensombrecer tu leyenda, tu embrujo, al molestarnos con tus insistencias, con tus “me aburro”; o cuando nos empeñamos y desesperamos y regañemos y te agobiemos para intentar que remedies tu natural inseguridad ante una realidad cuadriculada y matemática, a dosificar tus salidas, el juego, la curiosidad, en esos estudios a los que tanto te cuesta concentrarte y sacarlos para delante… no podemos estar un solo segundo que se hace eterno sin ti. Sin pensar en tu bondad, en tu esencia, la de estar pendiente, abstraída en ese mundo fantástico del cual vienes, en el hecho de que con tus abrazos, tus besos, tu sonrisa, tan inesperados como reconfortantes, nos protejas del dragón, de las brujas, de los monstruos y malos de ficción, de los sinsabores adultos y existenciales. Y todo por tu deseo de espolvorear con polvillo mágico nuestra casa, para en un toque de tu varita transformarme en un gran príncipe, bellas reinas a tu madre y a tu hermana, en magos y afectuosos a quienes te queremos, contentos por ser los niños que una vez fuimos, en hacernos protagonistas indiscutibles de tu cuento de princesa. Sigue así, Ángela, hija, llévanos contigo, en tu sueño coloreado con la luz de tu sonrisa, el faro de un camino por esto que llamamos vivir. Feliz Cumpleaños.


(c) F.J. Calvente

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